La moda española de reclutar jóvenes para Alemania
Las políticas de empleo se dirigen a facilitar la emigración de jóvenes con diferentes grados de cualificación
El pasado 21 de mayo, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y su homóloga alemana firmaron un acuerdo para canalizar la emigración al país germano de 5.000 jóvenes españoles al año. El Gobierno alemán prometía puestos para jóvenes cualificados y estudiantes de Formación Profesional. Ambos Ejecutivos vendieron el convenio de colaboración como un triunfo: la tasa de paro española ya estaba situada en el 27%, y Alemania no ha dejado de promulgar en los últimos años que necesita de mano de obra cualificada. En las estimaciones de las ministras debían entrar los 128 jóvenes -80 de ellos captados por el Gobierno de Castilla-La Mancha- que se encuentran a la espera de una solución en la ciudad de Erfurt, a unos 300 kilómetros al suroeste de Berlín.
No hay trabas legales: la libre circulación de trabajadores dentro de la Unión Europea allana el camino para reclutar jóvenes trabajadores. Y ante la falta de estímulos económicos, también los responsables de Empleo de las comunidades autónomas han encontrado en el mercado laboral germano un fértil refugio para elaborar sus políticas.
Los servicios públicos de empleo de toda la UE comunican a través de la red Eures- el portal creado por la Comisión Europea para la movilidad profesional- sus ofertas de empleo. En el caso alemán, estas abarcan sectores desde la hostelería a las ingenierías, y los procesos de selección se suelen realizar en lugares donde encontrar con cierta facilidad trabajadores formados para esas funciones. Por ejemplo, esta web anuncia para este mes un amplio proceso de selección para el sector hostelero (cocineros, camareros y recepcionistas) que tengan conocimientos de alemán. El proceso de selección se realizará en Palma de Mallorca, Tarragona, Alicante y Málaga, lugares donde el idioma germano se ha extendido entre los trabajadores del sector turístico por la cantidad de visitantes de este país.
Sin embargo, la inmensa mayoría de estos procesos de selección buscan a trabajadores altamente cualificados. Este mes se llevan a cabo en Bilbao dos procesos para reclutar enfermeros especializados en geriatría e ingenieros, en su mayor parte, informáticos. El proceso de selección no tiene nada de particular: enviar el curriculum vitae por correo electrónico y esperar a que suene el teléfono.
En algunos casos, como el que ha dejado varados en Erfurt a más de un centenar de jóvenes, la selección se hace en origen sin la presencia de los contratistas alemanes. Es el caso de la aventura castellano-manchega, que comenzó hace un año, cuando la consejera de Empleo viajó para participar en un encuentro para analizar “prácticas transnacionales para la integración de jóvenes con dificultades de inclusión en el mercado laboral europeo”. Meses más tarde, se organizó el proceso de selección, que culminó con un curso de alemán y la promesa de un contrato de formación remunerado con poco más de 800 euros al mes.
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