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Smain sigue esperando

Fue uno de los 48 presos indultados el pasado 30 de julio por Mohamed VI. Pero sigue en la cárcel

Smain El Hannoudi Abselam (izquierda), sigue en prisión pese al indulto. En la imagen, con un amigo.
Smain El Hannoudi Abselam (izquierda), sigue en prisión pese al indulto. En la imagen, con un amigo.

Smain El Hannoudi Abselam, español de origen marroquí, entró en la prisión de Burkais, en Fez, en junio de 2011 con 19 años y una condena de tres por un delito de narcotráfico. Este ceutí fue uno de los 48 presos indultados el pasado 30 de julio por Mohamed VI. Pero sigue en la cárcel. La familia, que subsiste gracias a ayudas sociales, no puede hacer frente a los casi 4.000 euros que las autoridades marroquíes le requieren para ponerlo en libertad. “Hemos llevado a la Fiscalía de Tetuán papeles de todo tipo que demuestran que Smain es insolvente, hasta la cartilla del paro”, relata su tío Benaixa Abdeselam. El último documento que acredita que está en situación de probreza es el de Hacienda. “Pero ni por esas. Hemos entregado todos los papeles al Fiscal General del Rey, pero nos piden queun documento oficial de Hacienda lleve un sello tradicional y no una firma electrónica”. Esa es hasta ahora la última excusa para dejarlo en prisión.

Smain fue detenido en la frontera marroquí de Bab Sebta, junto a Ceuta, hace más de dos años. Regresaba junto a un amigo de Fnidek, la antigua Castillejos, población situada apenas a tres kilómetros de la ciudad autónoma. Cruzaron en un coche en el que la policía localizó 75 kilos de hachís. El vehículo estaba puesto a su nombre, pese a que Smain no tiene carné de conducir. “Fue un incauto”, dice resignada su tía Rhama.“Estamos seguros de que él no tenía ni idea de que el coche iba cargado con droga”.

El chico que le acompañaba y que conducía ha sido también indultado pero, a diferencia de Smain, ya está en la calle, algo que todavía amarga más a su familia, que se queja de la poca ayuda del consulado español.

En su casa la situación es muy difícil. En octubre se cumple un año de la muerte de su padre, y su madre, enferma, apenas sale. Smain es el mayor de dos hermanos y hasta que fue detenido hacía cursos para ser camarero. “Lo está pasando muy mal, sobre todo desde que conoció que era uno de los indultados y la metedura de pata con el pederasta Galván”, asegura Benaixa. Dice su familia que el joven está en una situación límite, en una celda con otras 20 personas. “Pedimos a las autoridades españolas que hablen con el Gobierno marroquí para que agilice su salida”. Benaixa Abselam se queja, además, de que a Smain se le trata al otro lado de la frontera como un ciudadanao marroquí “y no como español de DNI”.

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