La banda de las endoscopias
Ocho hospitales de Cataluña, Aragón y la Comunidad Valenciana sufren una ola de robos Los ladrones se llevan material médico
Una nueva amenaza, además de los recortes, se cierne sobre los hospitales públicos. Al menos cuatro centros sanitarios de Cataluña, dos de la Comunidad Valenciana y otros dos de Aragón han sufrido en los últimos meses importantes robos de material clínico, en casi todos los casos el utilizado para realizar endoscopias. El valor de los equipos sustraídos alcanza varios cientos de miles de euros. Por el momento no ha habido ningún detenido y los Mossos d’Esquadra investigan la relación entre los robos. Los fabricantes de los aparatos, por su parte, dan por seguro que estos son vendidos en el mercado negro internacional.
Todos los asaltos han seguido un patrón similar. Los cacos sabían a lo que iban: junto a los equipos robados había en varios casos otros más caros que los ladrones ignoraron. “Esto nos llamó mucho la atención”, explica un portavoz del Gobierno de Aragón. Todos los equipos que se utilizan para realizar endoscopias —colonoscopios, para explorar el colon; gastroscopios, para el tubo digestivo...— tienen una sonda flexible con fibra óptica que se introduce en el cuerpo y que está conectada a una torre donde se coloca una luz, un procesador y un monitor para observar las imágenes. El precio de los endoscopios oscila entre 24.000 euros y 32.000 euros, según las características. Las torres cuestan hasta 60.000 euros.
Aunque ni la Policía Nacional ni los Mossos d’Esquadra han facilitado datos sobre estos delitos, la comunidad autónoma donde más han trascendido es Cataluña. Tampoco la Generalitat ni los centros afectados han querido informar sobre los robos, amparándose en que las investigaciones están abiertas.
A principios de mes, con apenas seis días de diferencia, los hospitales de Santa Caterina de Salt (Girona) y Arnau de Vilanova (Lleida) sufrieron sendos robos. El material sustraído en el primero —cinco gastroscopios y tres broncoscopios— está valorado en unos 50.000 euros. El robo obligó a suspender cuatro pruebas programadas. El asalto al segundo centro tuvo lugar la madrugada del 12 de agosto, cuando desaparecieron una docena de equipos endoscópicos y otro utilizado para examinar el páncreas, todo ello valorado en 400.000 euros. “Son aparatos caros y, en un momento en el que el presupuesto es muy limitado, no sabemos cómo los repondrán”, advierte Anna Ariño, delegada de CC OO.
Tras el revuelo causado por ambos asaltos, los Mossos d’Esquadra informaron de otro, también en Lleida aunque en el Hospital Santa María. Desapareció un aparato utilizado en oftalmología, valorado en 50.000 euros. EL PAÍS ha sabido ahora de otro robo ocurrido la pasada primavera en el Hospital de Terrasa, donde los ladrones se llevaron un aparato para realizar endoscopias digestivas y cinco colonoscopios, según fuentes sanitarias.
El directivo de una empresa fabricante de los aparatos robados, que pide no ser citado con su nombre, muestra su convencimiento de que los ladrones venden el botín “fuera de España”. “Todos los equipos llevan un número de serie que permitiría encontrarlos si fueran instalados en otro hospital español”, explica. Él opina que las medidas de seguridad no son muy estrictas en muchos hospitales públicos, sobre todo si se tiene en cuenta el elevado coste de muchos de los equipos que utilizan. En uno de los robos, la policía sospecha de dos hombres vestidos de traje y con sendos maletines a los que captaron las cámaras de seguridad cuando salían del centro.
El fin de semana del 11 y 12 de mayo fue el más negro. El sábado, a primera hora de la tarde, una banda se llevó tres sondas de ecógrafos en el Hospital San Jorge de Huesca al irrumpir, tras forzar la cerradura, en una sala reservada para personal autorizado. El asalto quedó grabado en las cámaras de seguridad, cuyas imágenes están en poder de la Policía Nacional. Por ellas se sabe que entre los ladrones no había ningún trabajador del hospital. Un día después los asaltantes golpeaban en el Hospital Clínico de Valencia y el Hospital Provincial de Castellón, de donde se llevaron dos colonoscopios tras forzar la entrada a las salas de pruebas. La Consejería de Sanidad valenciana no ha querido valorar las pérdidas. Pocos días después del suceso de Huesca, los robos volvieron a Aragón. En el Hospital Clínico de Zaragoza desapareció una sonda de colonoscopio. Los robos en Aragón han costado a esta comunidad unos 30.000 euros.
Con información de David Rodríguez.
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