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Un gran exceso de velocidad al tomar una curva, posible causa del accidente

El límite en ese tramo es de 80 kilómetros por hora y se habrían pasado los 180, señalan fuentes de la investigación

Los bomberos junto al tren Alvia descarrilado cerca de Santiago de Compostela
Los bomberos junto al tren Alvia descarrilado cerca de Santiago de CompostelaLavandeira jr (EFE)

Se trata de una curva muy complicada, muy cerrada. Por ello, en el lugar en el que descarriló el tren de Santiago está prohibido que circulen a más de 80 kilómetros por hora. A pesar de ello, y según fuentes de la investigación, parece que el tren superó los 180. El convoy, que venía de circular a una gran velocidad, superando los 200 kilómetros por hora, no frenó lo suficiente y duplicó la velocidad permitida. Justo en esa curva, el tren volcó haciendo descarrilar algunos de sus vagones y provocando decenas de muertos.

Los usuarios de ese tren, que recorre la distancia entre Madrid y Ferrol, conocen bien esa curva. Ya el mismo día de la inauguración de ese trazado, el 10 de diciembre de 2011, al llegar a la misma, el tren dio un bandazo que provocó el desequilibrio de algunos de los usuarios. Hubo, ese día, un murmullo general sobre lo dura que era esa curva después de más de 80 kilómetros de línea casi recta de AVE desde Ourense. Si en esos 80 kilómetros iniciales el tren no parece moverse, allí se nota por primera vez la inercia de un cambio de dirección.

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Se trata de la primera curva que se encuentra el tren que circula entre Madrid y Ferrol al llegar a Santiago de Compostela desde Ourense. Es además, donde ya no hay trazado nuevo completamente independiente para el AVE sino que el tren usa parte del trazado antiguo, la vía que se construyó durante el franquismo entre ambas ciudades. Aunque el trazado nuevo se hizo más amplio, a la entrada de Santiago esa línea pierde parte de las características de la Alta Velocidad. Así se hizo, en parte, para evitar que las expropiaciones, en una zona notablemente urbanizada, fuesen mucho mayores de lo que ya eran.

Pero la alternancia de tramos de AVE y tramos de vía convencional o de inferiores características se reproduce en otros puntos de la vía. El Alvia que circula entre Madrid y Ferrol viaja por distintos trazados. Es el tren más rápido que circula por Santiago. Entre Madrid y Olmedo (Valladolid) aprovecha la línea del AVE. Después, entre Olmedo y Ourense vuelve a circular por una vía convencional, a la espera de que se terminen la obras del AVE que ya están en marcha. Finalmente, entre Ourense y Santiago se incorpora a la línea del AVE, que a la entrada de Santiago discurre junto a la vía antigua. En ese momento el tren debe frenar y, al llegar a la curva cerrada donde tuvo lugar el accidente, dejar la velocidad en solo 80 kilómetros por hora. El descenso de velocidad en ese punto es muy pronunciado: se pasa de 200 kilómetros por hora a 80 en un corto lapso de tiempo.

La línea donde se produjo el accidente no está dentro del ERTMS (European Rail Traffic Management System), un sistema de gestión del tráfico ferroviario que impide que un tren supere la velocidad máxima establecida o supere señales que indican parada. En el tramo donde tuvo lugar el accidente funcionaba el ASFA (Anuncio de Señales y Frenado Automático) convencional, un sistema que detiene al tren si el agente de conducción no respeta lo indicado en las señales pero que sólo recibe información de la vía en determinados puntos (las balizas), o sea, que solo al pasar por esos puntos controla que el convoy circule según lo establecido.

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