Bermúdez exige a Ruz que deje de investigar los papeles de Bárcenas

El juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez está convencido que él es el competente para investigar los papeles de Bárcenas y ha decidido echarle un pulso jurídico a su colega del Juzgado Central número 5, Pablo Ruz (que ha abierto con ellos una pieza separada que vincula con el caso Gürtel). Bermúdez dictó este martes un auto —que fuentes jurídicas interpretan de “durísimo”— en el que exige a Ruz que se inhiba ya del asunto de las cuentas del extesorero del PP para evitar “duplicidades” en las pesquisas e interrogatorios. E incluso le indica que lo que ha hecho al quedarse la causa puede incluso vulnerar “la Constitución y las leyes”.

Entiende este juez que los argumentos esgrimidos por Ruz para enlazar y tramitar ambas causas (la de Gürtel y la de los papeles de Bárcenas) son “inconsistentes” e “ilógicos”. Además, le avisa de que, al no haber conexión, si persiste en tramitar ambos asuntos, estaría contraviniendo “la Constitución y las leyes” porque estaría activando “una causa general o investigación prospectiva sobre la presunta financiación ilegal del PP”. Ruz tiene citado como imputado a Bárcenas para mañana, jueves. Pero antes que él, Bermúdez citó a declarar para los días 25, 26 y 27 de marzo a una decena de empresarios que donaron dinero al partido y que aparecen en los papeles secretos del extesorero.

Es tal la tensión en la Audiencia Nacional que su Sala de Gobierno ha emitido este martes una nota en la que recuerda que Ruz no es un juez “interino” y que se halla en “situación de comisión de servicio” al frente del Juzgado Central 5. En la nota, la Sala aclara que no es ninguna “disfunción” que hasta el momento “dos jueces se estén haciendo cargo de los papeles de Bárcenas”. Los papeles de Bárcenas, que este periódico publicó el pasado 31 de enero, son la supuesta caja B del PP de los últimos 20 años y cuya autoría y gestión se atribuye al extesorero del partido Luis Bárcenas. En ella se reflejan supuestos pagos y donaciones irregulares al partido por parte de empresarios.

Al ser Bárcenas uno de los implicados en el caso Gürtel y habérsele descubierto 38 millones ocultos en Suiza, el juez Ruz entiende que sí hay conexión entre ambas causas e indaga si esos millones le llegaron vía comisiones de la red que dirigía Francisco Correa. O bien si parte del dinero suizo de Bárcenas salió de las donaciones hechas al PP por parte de los citados empresarios.

El juez Bermúdez (al que le correspondió la querella de IU contra altos cargos del PP relacionados como perceptores de donaciones) entiende que Ruz debe inhibirse ya del asunto. Considera que no existe ninguna “conexión” entre el caso Gürtel y los documentos atribuidos al extesorero. Y señala que lo que ha hecho Ruz, abrir con este asunto una pieza separada de Gürtel “a modo de causa general o investigación prospectiva sobre la presunta financiación ilegal del PP, es contrario a la Constitución y las leyes”. Y, además, señala Bermúdez, “es incompatible con la posición de acusador” que ejerce el PP en el caso Gürtel. Y es que el PP, cuando Ruz decidió abrir la pieza separada con los papeles de Bárcenas, se opuso alegando que no existía “conexidad alguna”.

Gómez Bermúdez, que es el titular del Juzgado Central de Instrucción número 3, da una veintena de argumentos en contra de la competencia de Ruz en este asunto. Matiza en el auto que su interés en la causa es únicamente para evitar que haya “dilación o duplicidad” en la investigación. Y se queja de los “escasos datos” que le ha proporcionado su colega (en concreto, un auto fechado el pasado 5 de febrero, “único documento puesto a nuestra disposición”, reprocha) para analizar con mayor precisión su competencia.

Precisamente en ese auto se ha basado Bermúdez para negar la conexión entre ambas causas y pedir a Ruz que deje en sus manos el asunto de, así lo define, “los llamados papeles de Bárcenas”. Cuestiona, por ejemplo, el método empleado por Ruz para asumir el caso: antes de abrir la pieza separada, pidió a la policía que le informase si había coincidencias entre ambos asuntos. Y la policía dijo que sí. Bermúdez comenta al respecto: “Si sorprendente es que la policía sea la que determine qué elementos de una investigación judicial son comunes o conexos con otra, más aún lo es la petición del informe en sí”. Recuerda Bermúdez los dos autos emitidos por Ruz (fechados “el 5 y el 21 de febrero de 2013”), que contaron con el aval de la fiscalía, en los que entonces se oponía a enlazar ambas diligencias. Según Bermúdez, ya entonces “tenía a la vista” otros informes policiales que exponían los mismos “datos que ahora [Ruz] presenta como novedosos”. Para Bermúdez, “el único hecho nuevo” es que él haya “incoado diligencias previas” tras recibir la querella de IU por el asunto de los papeles del extesorero.

Bermúdez tampoco ve conexidad en ninguno de los tres puntos que esgrimió la policía y en los que Ruz se apoyó para quedarse el caso Bárcenas como ramificación de Gürtel. En los 21 millones de pesetas que habría entregado Pablo Crespo, número dos de la red Gürtel, al PP (y que también constan en las cuentas del extesorero), Bermúdez dice que “no se entiende cuál es la conexión” con los “llamados papeles de Bárcenas”. Señala que en 2009 Crespo dejó de ser secretario de organización del PP de Galicia y que, por tanto, aún no tenía “relación empresarial” con el cabecilla de la trama, Francisco Correa. “No existe conexidad ni siquiera subjetiva (...)”, zanja. “Aunque admitiéramos a efectos meramente discursivos que ya estaba integrado en la organización de Correa, se trata de un pago al PP nacional que no guarda relación con la adjudicación de obra pública a cambio de donaciones que es lo que, por ahora, se investiga en este juzgado”. El suyo.

Opina Bermúdez que otra de las conexiones que observa Ruz entre Gürtel y las cuentas de Bárcenas resulta “ilógica”. Se refiere al pago de 600.000 euros que habría hecho el 27 de noviembre de 2003 el empresario Alfonso García Pozuelo a la trama Gürtel, dinero que la red repartió entre distintas personas, incluido el propio empresario, al que le correspondieron 60.000 euros. Una semana más tarde, García Pozuelo entregó esos 60.000 euros a Bárcenas, como figura en sus papeles. “Es un razonamiento inconsistente”, espeta Bermúdez. “Carece de sentido que el propio donante entregue un dinero, se le devuelva parte e ingrese esa parte en el PP”, abunda.

Lo que investiga Bermúdez, y así lo ha dicho en un auto, es si la contabilidad supuestamente opaca de Bárcenas, publicada por EL PAÍS, recoge ingresos hechos por empresarios al PP a cambio de contratas públicas de Administraciones gobernadas por este partido. Si Ruz sigue manteniendo su competencia, cada juez hará sus propias indagaciones y será finalmente la Sala de lo Penal la que tenga que decidir cuál de ellos debe instruir el asunto de los papeles de Bárcenas.