Rubalcaba acusa a Rajoy de maquillar los datos del déficit que envía a la UE

Alfredo Pérez Rubalcaba sigue con su intención de elevarse por encima del ruido en las sesiones de control al Gobierno para centrarse en el problema principal de los españoles: el desempleo.

El líder socialista intenta hacerse oír entre tanto escándalo y ayer concluyó su pregunta pidiendo al presidente del Gobierno que “rectifique su política económica, rectifique su política laboral o pasará toda la legislatura y no se habrá creado un solo empleo, y eso será una tragedia para España”.

A ese registro le añadió la disputa con Mariano Rajoy en el terreno en el que este se siente más cómodo: el de la cifra de déficit sobre la que tanto ha sacrificado y sobre la que tanto ha alardeado en las últimas semanas.

La tesis del líder socialista ya no es solo que se haya santificado en exceso el déficit a costa del Estado del bienestar, sino que ni siquiera los datos oficiales que se han logrado se corresponden con la realidad.

Y no es habitual que el jefe de la oposición cuestione de forma solemne en el Congreso las cifras oficiales que el Gobierno envía a Bruselas y menos en vísperas de una cumbre europea a la que Rajoy acude con la pretensión de que le crean y que ha hecho todos sus deberes.

“Hoy nos hemos enterado de que el dato de déficit que dio usted en esta Cámara hace quince días tiene una capa de maquillaje de este tamaño. Ustedes han mandado devoluciones de dinero de diciembre a enero en un ejercicio, señor Rajoy, que es inútil. Lo que uno no paga en diciembre acaba pagándolo en enero, y se sabe y es muchísimo peor”, aseguró Rubalcaba.

La acusación se debe al hecho de que el déficit del Gobierno de Rajoy (Administración central y Seguridad Social) en 2012 sería mayor que el del Ejecutivo de Zapatero en 2011 sin contar el efecto del retraso de las devoluciones tributarias realizadas en el último tramo del año.

El presidente del Gobierno, muy orgulloso con su cifra de déficit en 2012, no se refirió a esta circunstancia en su respuesta y se limitó a contestar de carril con la habitual defensa de su política de reformas y la ratificación de que no se apartará de ella.

“Ya sé que no se están produciendo efectos en la vida real como le gustaría a usted y como me gustaría a mí, pero es fundamental corregir eso y por eso debemos perseverar en nuestra política económica aquí y en la Unión Europea”, respondió Mariano Rajoy.

Tampoco contestó expresamente a la acusación el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien con su habitual tono desafiante despachó la referencia del diputado socialista Frances Vallés poniendo en duda su “categoría intelectual”.

En la estrategia de Rubalcaba en el pleno no ha estado en las últimas semanas tampoco su petición de dimisión del presidente del Gobierno a propósito del caso Bárcenas. El líder del PSOE asegura que mantiene la exigencia e, incluso, la repitió en los pasillos del Congreso ayer ante los periodistas cuando explicó: “[Rajoy] no está implicado en ningún tema jurídico, pero políticamente no puede seguir presidiendo el Gobierno. Por tanto, dimisiones hay de muchos tipos y esas las vamos a seguir pidiendo, naturalmente”.