Patxi López: “Nosotros arriesgamos la vida por oponernos al derecho a decidir”

El pasado lunes, dos días antes de que se consumara en el Congreso la rebelión de los diputados del PSC, la ejecutiva federal del PSOE, reunida en la calle Ferraz de Madrid, estaba debatiendo sobre el asunto catalán. Y, por enésima vez, aterrizó sobre la mesa el argumento central del PSC: que los socialistas del resto de España no entienden que en Cataluña, en este momento, es imposible no sumarse al sentir soberanista, porque lo respalda la mayoría de los ciudadanos. No sumarse, alega el PSC, significa quedarse al margen de la mayoría social.

El vasco Patxi López tomó entonces la palabra y, con evidente hartazgo, dijo: “¿Qué es eso de que no lo entendemos? Claro que entendemos lo que es. Los socialistas vascos ya hemos vivido antes esto del derecho a decidir, que no es ningún derecho sino simplemente una reivindicación nacionalista y una trampa. Lo vivimos durante años con Ibarretxe. Y, si me quisiera poner trágico, podría decir que por oponernos a esos debates tramposos nosotros arriesgamos la vida en el País Vasco. Quizá habríamos vivido más tranquilos si hubiéramos seguido esa marea, si hubiéramos caído en esa trampa nacionalista”. Las palabras de López han sido reproducidas aquí a partir del relato de tres asistentes a la reunión.

Entre los barones territoriales del PSOE, uno de los más indignados con la deriva soberanista del PSC en los últimos meses es el exlehendakari. En su entorno recuerdan que, aunque los muertos en Euskadi lo fueron evidentemente a manos de ETA y no del PNV, en aquellos años del plan Ibarrexte —el precedente más claro del desafío actual de la Generalitat— los socialistas vascos se sentían muy señalados. “El derecho a decidir viene con todo el paquete: el objetivo es decidir la independencia. No cabe ser ingenuo con esto”, subrayan estas fuentes. En un artículo publicado en El Correo el pasado 3 de febrero, López afirmaba: “El debate soberanista que paraliza Cataluña \[...\] nos enseña que las experiencias del pasado no sirven de vacuna en este asunto y que, reiteradamente, la izquierda desnaturaliza su misión enredándose en causas que no son suyas”.