El PSOE se apoya en el exalcalde del ‘caso Nevenka’ para arrebatar la alcaldía al PP
Ismael Álvarez lidera en Ponferrada un partido que ha pactado una moción con el PSOE El Ayuntamiento está ahora gobernado por el Partido Popular en minoría El PSOE accederá al sillón municipal bajo el paraguas de uno de sus más férreos enemigos Álvarez asegura que renunciará a su acta de concejal cuando la moción triunfe
El exalcalde de Ponferrada (León) Ismael Álvarez, condenado en mayo de 2002 por el largo acoso sexual a la concejal Nevenka Fernández, tiene ahora en su mano la llave para que los socialistas se hagan con la alcaldía de la ciudad después de casi 18 años de gobierno del PP. Álvarez dimitió de alcalde tras la condena y se alejó de la política, al menos formalmente, hasta que creó su propio partido, Independientes Agrupados de Ponferrada, en 2011. Desde las últimas elecciones municipales es concejal en la capital berciana. El PSOE ha decidido ahora olvidar su aversión hacia Álvarez y apoyarse en él para aprobar una moción de censura que desbanque al popular Carlos López Riesco. El exregidor ha asegurado que renunciará a su acta de concejal si la iniciativa prospera.
El Partido Popular (PP) gobierna en minoría en el Consistorio de Ponferrada (68.000 habitantes). López Riesco heredó el cargo de manos de Álvarez en 2002, cuando el caso Nevenka terminó con la condena de Álvarez. Las relaciones entre ambos, hasta ese momento aliados, comenzaron a enfriarse. Álvarez pretendía influir desde fuera del Ayuntamiento, pero era López Riesco, hasta entonces su mano derecha, quien ostentaba ya el bastón de mando.
En las elecciones municipales de 2011 Álvarez quiso encabezar la lista del PP. Tras la negativa de sus antiguos compañeros, creó un nuevo partido y logró ser la tercera fuerza con cinco concejales y casi 6.000 votos, la mitad que los populares. En este tiempo, López Riesco, que no aceptó las condiciones impuestas por Álvarez para apoyarlo, ha gobernado sin un socio estable. El PP ni siquiera se habla con el grupo municipal de Álvarez, según relata el mismo exalcade. Los presupuestos del presente año están en el aire por el desacuerdo de ambos.
Los socialistas, que tienen ocho de los 25 concejales, han optado ahora por recabar el apoyo de su antiguo enemigo para desalojar a Riesco, y con él al PP, de la alcaldía. El socialista Samuel Folgueral será quien lo sustituya si el próximo 8 de marzo es aprobada, como está previsto, la moción de censura. López Riesco asegura por teléfono que se enteró del acuerdo “10 minutos antes” de que Álvarez lo anunciara el pasado lunes en una rueda de prensa. Más tarde fue Folgueral (PSOE) quien salió a comunicarlo.
El alcalde popular se muestra convencido de que la moción responde al ánimo de venganza de Álvarez. Este, sin embargo, considera “absurda” esta opinión. “Lo personal aquí no tiene nada que ver. Este municipio está paralizado. Teníamos que hacer algo”.
La pregunta más repetida ahora es: ¿cómo es posible que el PSOE se sirva de Ismael Álvarez cuando encabezó su repudio político y personal? Según los socialistas, la decisión de aliarse con el condenado por acoso sexual es lo mejor para Ponferrada, un Ayuntamiento con un presupuesto de 50 millones de euros y una deuda de 35. Aseguran que la ciudad es ingobernable y que la gestión de Riesco es claramente mejorable.
El primer edil popular niega la mayor y arremete contra los socialistas: “Es inexplicable que el PSOE apoye al señor Álvarez. Inexplicable. Ahí está la hemeroteca: cualquiera puede consultarla y ver lo que han dicho de él. No me extraña que con gestos como este el PSOE se ponga colorado en el resto de España”.
Desde la dirección nacional socialista no se han opuesto a la decisión de su agrupación municipal. El secretario de Organización y portavoz en las Cortes de Castilla y León, Óscar López, ha justificado que su partido gobierne en Ponferrada con los votos de Álvarez: “El PSOE ha impuesto la condición de que Álvarez deje su cargo tras la aprobación de la moción de censura”, informa Vera Gutiérrez Calvo. Pero este extremo es todavía difuso.
El exalcalde ha prometido que dejará su acta de concejal en cuanto el PSOE llegue a la alcaldía. Se dedicará, dice, a sus negocios hosteleros. “Tomé la decisión de irme antes de que lo pidiera el PSOE porque sabía que así facilitaría el acuerdo”. Fuentes socialistas aseguran que hay un documento con la renuncia de Álvarez, que solo faltaría ponerle la fecha del triunfo de la moción. En el PP municipal, sin embargo, lo dudan. Creen que Álvarez gobernará en la sombra y que el PSOE será su “rehén” político.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.