CiU intenta soltar lastre por los casos de corrupción
Algunos sectores de la coalición hablan de una guerra sucia contra el proceso soberanista
La dirección de Convergència i Unió se reúne hoy en un momento de máxima tensión por los casos de corrupción que se acumulan en sus filas y con el añadido del escándalo del presunto espionaje que también salpica a varios de sus dirigentes. Entre los sectores más soberanistas de la federación existe el convencimiento de que el destape de casos de corrupción obedece a una guerra sucia contra el proceso soberanista catalán. Pero los más moderados entienden que, sin descartar la guerra sucia, el verdadero problema es que realmente haya habido casos de corrupción en sus filas.
El ambiente en la federación nacionalista está enrarecido desde el pinchazo electoral de Artur Mas en noviembre. Muchos aún atribuyen los malos resultados a la publicación, en plena campaña, de un informe fantasma de la Policía, que extendía los presuntos delitos de Jordi Pujol Ferrussola a toda la familia del ex presidente, así como a Artur Mas y otros dirigentes nacionalistas. Pero lo que ha acabado de envenenar el ambiente es que se haya publicado la presunta implicación de dirigentes nacionalistas en el espionaje a Felip Puig, consejero de Empresa, extitular de Interior y antiguo secretario general adjunto del partido. Los nacionalistas debatirán hoy posibles medidas legales por este asunto, especialmente para defender el honor de los presuntos implicados en las escuchas. Se trata del consejero de Justicia, Germà Gordó, y el responsable de las prisiones catalanas, Xavier Martorell.
Oriol Pujol, acorralado
El caso de las escuchas llega en un momento especialmente complicado para los nacionalistas. Mas debe pilotar su plan soberanista sin mayoría absoluta y con sus socios de Esquerra Republicana molestos por la inacción de CiU ante los casos de corrupción. Todas las miradas están puestas sobre Oriol Pujol, secretario general de CDC, investigado por la trama de concesión irregular de estaciones de ITV, un asunto por el que está pendiente de ser imputado. ERC quiere que Pujol dimita de sus cargos.
Pero el de Oriol Pujol no es el único caso que afecta a Convergència. Los nacionalistas están preocupados porque este año se abrirá el juicio por el caso Palau de la Música, que investiga la presunta financiación irregular del partido a través de esta entidad. Esto coincide en el tiempo con el escándalo de corrupción con epicentro en Lloret de Mar, en el que la justicia investiga la presunta implicación del diputado de CiU y exalcalde de la población, Xavier Crespo, con la mafia rusa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.