Txapote se niega a declarar en el juicio por ordenar el asesinato de un exdiputado
El atentado de ETA contra Ramón Rabanera, del PP, resultó fallido
El exdirigente de ETA Javier García Gaztelu, Txapote, se ha negado hoy a declarar en la Audiencia Nacional, que le juzga por ordenar asesinar con un coche-bomba al ex diputado general de Álava Ramón Rabanera (PP), atentado que resultó fallido y por el que se enfrenta a 29 años de cárcel.
Entre los acusados también se ha sentado en el banquillo Cristina Goiricelaya González, para quien el fiscal solicita 15 años de prisión, por colaborar presuntamente con ETA al facilitar un caserío de su propiedad en la localidad de Fruniz (Vizcaya), para refugiar a los miembros del comando Ituren, que perpetraría ese atentado
Goiricelaya ha ratificado hoy que dejó el caserío a los miembros del comando pero que desconocía que fueran de ETA "explícitamente" y que no tenía conocimiento de que hubiese explosivos en el inmueble, por lo que su defensa ha pedido su absolución. Su abogada ha explicado que el delito por colaboración con banda armada del que se acusa a Goiricelaya fue juzgado en Francia y, al no tener conocimiento de los explosivos, no se le puede imputar delito alguno por depósito de armas o tenencia de ese material.
Por su parte, el fiscal ha relatado cómo Txapote, en calidad de responsable máximo de ETA, encargó en 2000 a Diego Ugarte, Asier Carrera y Luis Mariñelarena, ya condenados por estos hechos, "estudiar las costumbres" sobre Rabanera con la finalidad de "acabar con su vida". Asier Carrena, que ha comparecido como testigo, ha declarado que Txapote les dio instrucciones para intensificar la vigilancia de Rabanera. "Nosotros hicimos una información preliminar y vimos que llevaba mucha seguridad", ha señalado.
Los tres etarras han manifestado que no recordaban las declaraciones policiales pero que sí tenían relación con el acusado Txapote, aunque han negado tener relación alguna con Cristina Goiricelaya.
Atentado fallido
Para perpetrar el atentado, los etarras cargaron el maletero de un coche con explosivos, que accionarían con un mando a distancia para detonarlo al paso del coche oficial del ex diputado general. El atentado finalmente no se cometió porque el día que se proponían realizarlo se averió el circuito electrónico del coche-bomba.
Ante esta incidencia, optaron por llevarse el explosivo al domicilio de Vitoria que les servía de base de operaciones y dejaron el coche abandonado en las inmediaciones del piso franco, donde fue encontrado por la policía el 10 de noviembre de 2000.
Tras el fracaso de esta acción, los miembros del comando Ituren huyeron a Francia y dejaron abandonado el piso, en cuyo registro fue encontrado material explosivo, tres armas, un subfusil, munición y diversa documentación sobre objetivos de la banda, como han ratificado hoy los agentes policiales que participaron en el registro.
Al llegar a Francia los etarras se citaron con Txapote, que les ofreció volver a Vizcaya con un nuevo compañero, Igor Martínez de Osaba, y refugiarse en el caserío Etxebarri en Fruniz, propiedad de Goiricelaya, donde llegaron a finales de octubre del 2000 y donde permanecieron durante 15 días.
Gadafi es condenado a 25 años por enviar un paquete bomba
La Audiencia Nacional ha condenado este lunes al etarra Juan Carlos Iglesias Chouzas, Gadafi, a 25 años de cárcel por intentar matar en 1994 al empresario de Lazkao (Gipuzkoa) Juan Antonio Arruabarrena con una carta bomba envuelta en papel de regalo y enviada desde París.
La sentencia de la sección tercera estima probado que Gadafi escribió la dirección del empresario en el paquete bomba, elaborado con una caja forrada de terciopelo y envuelta en papel de regalo con un lazo rojo, dentro de la cual había un artefacto con “un poder de destrucción muy alto”.
Durante el juicio, celebrado la semana pasada, el empresario declaró que tuvo que irse de Gipuzkoa por las amenazas que sufría y que aún “tiene miedo” cuando vuelve a Euskadi.
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