_
_
_
_

Torres echa otro pulso a Urdangarin a costa de la imagen de la monarquía

El exsocio del duque hace públicos nuevos correos comprometedores

El duque de Palma el día de su comparecencia como imputado.
El duque de Palma el día de su comparecencia como imputado.ULY MARTÍN

El exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, ha echado un nuevo pulso al duque a costa del prestigio de la Monarquía. El abogado de Torres remitió ayer al juez que investiga el caso Nóos nuevos correos electrónicos que obraban en su poder. Los documentos son significativos, no porque aporten nuevos datos sobre el papel de Urdangarin en la trama de desvío de fondos, sino porque son un aviso de que Torres posee información sensible que puede usar para mermar la credibilidad de la Casa del Rey.

Uno de los documentos contiene cinco correos electrónicos remitidos en dos días sucesivos (2 y 3 de noviembre de 2004) escritos por el apoderado y hombre de confianza de Urdangarin, Mario Sorribas; por un exempleado del instituto Nóos, Francisco Larrey, y por la princesa alemana Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, amiga íntima del Rey.

Los correos revelan que, antes de entablar relación con don Juan Carlos, Corinna participó en la primera edición del Valencia Summit, uno de los dos macroeventos financiados con dinero público que están bajo sospecha. En un correo dirigido al extrabajador de Nóos, Corinna le da las gracias por la “fantástica organización” de la cita y por su ayuda durante el viaje. “Pasamos unos días fantásticos”, cuenta la empresaria y organizadora de safaris, que acompañó al Monarca en la polémica cacería de Botsuana. El viaje obligó al Rey, en un gesto inédito, a pedir disculpas.

En la cadena de conversaciones, Larrey responde a la princesa en tono desenfadado: “¡Eres una mujer encantadora!”. Le devuelve el agradecimiento por haber participado en la cumbre de 2004 y le conmina a asistir al año siguiente. Corinna contesta con idéntica afabilidad. “Muchas gracias por el mensaje. ¡Me has alegrado el día!”. La princesa alemana remite sus correos desde una dirección de la empresa de fabricación de armas Boss Guns. El empleado parece entusiasmado con Corinna. Al día siguiente, escribe un breve correo a Mario Sorribas, que en Nóos ejercía como secretario del duque. “Mario, ¿crees que me podré casar con la señorita Corinna?”.

"Evitaremos decir que eres el ‘alma máter’ del asunto", le dice el apoderado

Ese es el único nexo de la documentación enviada ayer entre la amiga del Rey y Sorribas, cuya situación procesal motiva el escrito del abogado de Torres al juzgado. En el texto, el letrado Manuel González Peeters reprocha la “sarta de majaderías” y la “epidemia de amnesia” que, a su juicio, sufren algunos de los implicados. El hombre de confianza del yerno del Rey había solicitado al juez que su caso se archivara, al considerar que era un mero “currante” en la organización. Aunque no se opone a que quede exonerado —sostiene que, como el resto de acusados, no ha cometido ningún delito— el abogado matiza que su papel en Nóos fue mucho más relevante. Así lo evidencia, en su opinión, otro correo electrónico entregado al juez José Castro.

El correo tiene fecha de 30 de noviembre de 2007. Sorribas, que fue apoderado del duque en Aizoon —la inmobiliaria compartida con su mujer, la infanta Cristina— propone al yerno del Rey disimular su participación en la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FDCIS), la sucesora de Nóos. Sorribas le informa de que la página web de la Casa del Rey ha actualizado la información sobre él y detalla su vinculación a fundaciones y filantropía. Aprovechando esa circunstancia, Sorribas le plantea la opción de reescribir la historia con un objetivo: “No dejar muy en evidencia que tú eres el alma máter del asunto”.

La oferta de Sorribas pasaba por “integrar noticias” sobre su vínculo con la fundación “de forma retroactiva”. “Desde ahora podremos entregar un dossier de prensa a quien sea diciéndole que tú, como cualquiera de los demás deportistas que nos acompañan, llevas vinculado a nosotros unos cuantos meses y de una forma totalmente naturalizada”, prosigue el correo. La idea del apoderado es reinventar el papel en la fundación de Urdangarin: “De esta manera dejas de aparecer como impulsor y nadie puede decir que ‘esta es la fundación de Iñaki”.

Correos electrónicos contra la Casa del Rey

De Mario Sorribas a Iñaki Urdangarin sobre ocultación de su papel en la fundación (30 de noviembre de 2007). "Dado que la información de la Casa es pública y también habla de la Fundación DCIS, ahora sí creo conveniente documentar en nuestras comunicaciones que tú formas parte de la Fundación. Además, convendría decir que hace tiempo que estás trabajando aquí (...) Por otra parte, para no dejar en evidencia que tú eres el 'alma mater' del asunto, preferiría tratarte como he tratado a los demás deportistas".

De Francisco Larrey (empleado de Nóos) a Corinna Zu Wittgensteim. Agradecimientos a la amiga del Rey (2 de noviembre de 2004). "Gracias por asistir al Valencia Summit 2004 y me gustaría verte el próximo año en el próximo Valencia Summit 2005. Si necesitas algo aquí en Barcelona o en Valencia y puedo ayudarte, dímelo".

De Urdangarin a su socio Diego Torres. Sobre supuestas gestiones del Rey a su favor (9 de agosto de 2007). "Diego, hemos conseguido que el Rey se viera con Pedro para presentarle el proyecto. La reunión fue muy bien y aparte de parecerle bien armado ha ofrecido toda su ayuda para encontrar ayuda financiera".

De Urdangarin a su socio Diego Torres. Sobre supuestas nuevas gestiones del Rey (1 de octubre de 2007). "No tengo noticias de Pedro más que tu correo de la semana pasada pero...Tengo un mensaje de parte del Rey y es que le ha comentado a [la infanta] Cristina para que me lo diga, que le llamará Camps a Pedro para comentarle el tema de la base del Prada y que en principio no habrá problema y que nos ayudarán a tenerla".

Estos dos últimos correos se los entregó Diego Torres al juez en abril de 2012; pretendía demostrar la implicación del Rey en los negocios de su yerno, Iñaki Urdangarin. Los dos primeros correos los remitió ayer al juzgado junto a un escrito de su abogado, para demostrar que Mario Sorribas era algo más que un simple empleado del Instituto Nóos y que una amiga del Rey estuvo en un acto de Nóos.

En 2006, el Rey había ordenado al duque que se apartara del instituto Nóos. Diversos implicados en la trama, sin embargo, han confirmado que Urdangarin siguió comandando el instituto tiempo después y que continuó haciendo negocios a través de la FDCIS. Según las investigaciones, Urdangarin y su exsocio desviaron buena parte del dinero público que habían recibido de los Gobiernos balear y valenciano, ambos en manos del PP: 2,3 millones por dos ediciones del Illes Balears Forum y 3,7 por tres ediciones del Valencia Summit.

La entrega de material sensible no es nueva en la estrategia de defensa planteada por Torres. En marzo de 2012, el exsocio ya remitió al juez cinco correos que pusieron en entredicho la imagen de la Casa del Rey. En uno de ellos, Urdangarin afirma que su suegro medió para que un proyecto relacionado con la Copa del América tuviese éxito (ver despiece). Aquella entrega forzó las negociaciones entre Torres, Urdangarin y la fiscalía para intentar alcanzar un pacto que evitara el juicio. Las conversaciones, sin embargo, fracasaron, lo que provocó una agria disputa entre Torres y Urdangarin a través de los tribunales: el socio cuestionó que su mujer esté imputada en la causa y, en cambio, no lo esté la infanta Cristina.

Esta nueva remesa se produce un día después de que el levantamiento del secreto de una parte del sumario judicial —la que alude a la evasión de capitales— haya revelado la existencia de unos depósitos de 900.000 euros en Luxemburgo a nombre de Torres y su esposa. La cuenta ya ha sido bloqueada por las autoridades de aquel país, lo que acrecienta la presión sobre Diego Torres.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_