El PNV vuelve a ganar en Euskadi
La irrupción de EH Bildu como segunda fuerza castida al PSE-EE. Ezker Anitza triplica su actual representación
El PNV volvería a ganar el 21-O las elecciones autonómicas en Euskadi como lo viene haciendo desde que se instauró la democracia. Lo hará, además, sin resentirse de la presencia de la izquierda abertzale, ya que apenas podría perder 3 de los 30 escaños de los que ahora dispone. Con su triunfo, Iñigo Urkullu tiene las máximas probabilidades de convertirse en el próximo lehendakari, recuperando así para su partido el poder perdido en 2009 por el pacto político entre PSE y PP que convirtió a Patxi López en el primer socialista que preside un Gobierno vasco.
Así se desprende de la encuesta realizada por el CIS entre 3.000 ciudadanos vascos, repartidos proporcionalmente entre los tres territorios y que consolida al alza las expectativas de Ezker-Anitza, a quien asigna tres escaños, triplicando así la actual representación alcanzada por su actual candidato, Mikel Arana, hace cuatro años al frente de Ezker Batua (EB).
Los resultados de este sondeo suponen un duro revés para los dos partidos constitucionalistas que impidieron la continuidad de Juan José Ibarretxe como lehendakari, a pesar de su amplio triunfo. De hecho, el PSE-EE reduciría a 14 los 25 parlamentarios de que dispone, mientras al PP se le adjudica un margen de 9-10, que debilitaría su actual representación de 13 escaños. Ambos partidos, no obstante, han recordado el “fracaso estrepitoso” que encajó en CIS en sus previsiones demoscópicas ante las pasadas elecciones generales.
A favor del PNV cuenta el amplio respaldo del 20,5% de los vascos que tienen decidido su voto directo. Es aquí donde los nacionalistas abren una brecha significativa con su rival directo, EH Bildu, una corriente siempre acompañada de un votante fiel incluso en los momentos más adversos. Con todo, las perspectivas más ácidas son para PSE-EE y PP, que se quedan con inquietantes porcentajes del 9,5% y del 2,5% en cuanto a la intención del voto directo.
El reparto de los escaños por territorios ha causado una lógica sorpresa habida cuenta de las previsiones que manejan la mayoría de los partidos en sus respectivos sondeos. En Álava, que se antoja como un escenario propicio para el PP, ya que mantiene el poder en su Diputación y en la capital, Vitoria, el CIS otorga el triunfo a EH Bildu, que alcanzaría siete escaños, mientras los populares y el PNV empatarían a seis parlamentarios, aunque con mayor cuota de votos para los nacionalistas. Finalmente, el PSE-EE, cuyo cabeza de lista por esta circunscripción es el actual lehendakari, Patxi López, se quedaría reducido a cinco parlamentarios.
La pujanza del PNV alcanza su mayor intensidad en Gipuzkoa, un feudo electoral hasta ahora de Bildu. Sin embargo, el CIS detecta una situación muy igualada entre ambas formaciones hasta el punto de que EH Bildu dispondría de 10-9 escaños con un 34,8% de los votos, mientras los nacionalistas tienen asegurados 9 parlamentarios con el 31.9% de las papeletas. A mucha distinta aparecería el PSE-EE con 4 escaños, dejando 1-2 para el PP y otro para Ezker Anitza, que se estrenaría en este territorio.
Finalmente, en Bizkaia no hay rival que se acerque al PNV. La lista encabezada por Iñigo Urkullu llegaría hasta los 12 escaños, con el respaldo de un 42,4% de los votos. A partir de ahí, diferencias insalvables para el resto de las formaciones. Eso sí, se asiste a una pugna entre EH Bildu y PSE-EE por el segundo puesto, que inicialmente favorece a la coalición abertzale. La distribución de escaños se cierra con los dos puestos para el PP y el restante para Ezker Anitza.
En el estudio demoscópico pone de manifiesto la honda preocupación de los vascos por la situación económica (32,4%), el paro (12,9%) y la sanidad (11,3%). Para el 46,2% de los ciudadanos, la situación económica de Euskadi es mala, y un 32,9% considerada que es regular. Eso sí, cuando se le repite la pregunta en relación con España, el 46,4% cree que es mala y el 43,8%, que muy mala. A su vez, a pesar del intenso debate político entre los partidos sobre el marco jurídico de Euskadi, acelerado tras la apuesta soberanista de Cataluña y el discurso de EH Bildu, el interés por el autogobierno del País Vasco apenas llega, no obstante, al 4,1% de la población.
Esta radiografía explicaría que el 30,4% de la población consultada sea partidaria de mantener un Estado con comunidades autónomas como en la actualidad, mientras que un 28% aspira a que sea reconocida la posibilidad de convertirse en estados independientes. En cuanto a la aspiración independentista en el País Vasco, empate técnico entre quienes están totalmente a favor y les parece bien, de un lado, y quienes opinan justamente lo contrario.
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