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Granados, Lamela, Güemes y Prada se quedaron en el camino

Los consejeros que terminaron fuera del Gobierno de Aguirre por las dudas sobre su lealtad

José Marcos

Nueve años gobernando Madrid dan para mucho. También para dejar una estela de víctimas por las rencillas propias de cualquier Gobierno. Esperanza Aguirre no es la excepción. El caso más sonado de todas las destituciones que ha realizado desde que accedió al poder en 2003, después de que el escándalo del tamayazo obligara a repetir las elecciones regionales, es quizás el de Francisco Granados. Aguirre lo fulminó —“por desleal”, según el Ejecutivo autonómico— como secretario general del PP de Madrid, colocando en su lugar precisamente al hasta ayer vicepresidente regional y consejero de Cultura y Deportes, Ignacio González, en noviembre del año pasado, en otra jugada maestra. La caída en desgracia de Granados, arrinconado este último año a su escaño en la Asamblea de Madrid y su bastión de Valdemoro, se produjo tras las elecciones locales y autonómicas de 2011. Entonces, Aguirre lo dejó sin cartera y le ofreció la portavocía del PP en el Parlamento regional. Granados rechazó la propuesta, y ni siquiera acudió a la toma de posesión del nuevo Gobierno. Unos meses después, Aguirre largó a quien fuera su vicepresidente segundo y consejero de Presidencia, Justicia e Interior.

No fue el único cargo relevante que salió del puesto forzado o por motivos propios. En 2010, el entonces consejero de Sanidad, Juan José Güemes, dejaba la primera línea de la política por “razones personales y profesionales”. Por detrás estaban las dudas que generó tras algún enfrentamiento entre Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón. Tras abandonar la portavocía y la consejería —en su lugar entró un hombre FAES, Javier Fernández Lasquetty—, Güemes ocupó algún puesto de responsabilidad en el PP. Finalmente, se centró en su cargo como presidente del Centro Internacional para la Gestión Empresarial del IE Business School.

Hay que remontarse a 2008 para ver a otros grandes en caer. Fueron dos consejeros muy próximos a Mariano Rajoy, el entonces consejero de Sanidad, Manuel Lamela —se justificó por los conflictos que estaba viviendo en su cartera con el caso Leganés y las presuntas sedaciones irregulares—, relevado por Güemes, y el de Presidencia y Justicia, Alfredo Prada (no se dio ningún argumento, y en su lugar entró Granados). Todo, una semana después del famoso Congreso del PP en Valencia. El 26 de mayo de ese año, cinco días después de que Rajoy fuera reelegido presidente del PP, Aguirre anunció la remodelación de su Gobierno sin Prada y Lamela.

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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