“Igual que Rajoy con sus medidas, no nos gusta lo que hacemos. Pero no queda otra”

Juan Manuel Sánchez Gordillo (Marinaleda, Sevilla, 1952) califica de “gesto simbólico” y “pacífico” haber sacado sin pasar por caja carros llenos de productos en un supermercado de Écija (Sevilla) y en otro de Arcos de la Frontera (Cádiz). Hablar de asalto le parece exagerado, como también ve desproporcionadas las detenciones de algunos de los jornaleros que participaron en la protesta. Pide la dimisión del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por lo que denomina “represión pura y dura”. Alcalde de su localidad natal desde 1979 y diputado autonómico de IU, capitaneó estas protestas que justifica por la desesperada situación que están viviendo muchas familias. Gordillo afirma que esas grandes tiendas tiran a la basura los productos a unos días de caducar en vez de entregarlos a ONG. Responde a esta entrevista telefónica minutos después de haber sido desalojado junto a varios jornaleros de la finca militar Las Turquillas, en la localidad sevillana de Osuna, ocupada por miembros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) desde hacía 18 días. Va camino de Écija, ante cuyos juzgados van a concentrarse en apoyo de los arrestados que prestan declaración.

Pregunta. ¿Qué opina de las críticas que han lanzado contra usted algunos políticos? El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, ha hablado de “barbaridad”.

Respuesta. Mucha más barbaridad es que en Andalucía haya 1.250.000 parados, que el 34% de la población activa esté en paro, que haya tres millones de pobres y que según el último informe de Cáritas Diocesanas haya 350.000 familias subalimentadas. Me parece mucho más grave el caso de los ERE, donde estamos hablando de 1.700 millones de euros; el caso Gürtel; Urdangarin; que haya alrededor de 100.000 millones en economía sumergida, o que nuestros grandes deportistas no paguen a Hacienda porque tienen el dinero en paraísos fiscales. Hay cosas infinitamente más bárbaras que un gesto de desobediencia pacífica que no tiene más objetivo que llamar la atención en que la crisis tiene nombres y apellidos. El Gobierno entero tendría que dimitir. Está deslegitimizado porque se presentó con un programa y está haciendo lo contrario.

P. Algunos de los jornaleros detenidos han sido puestos en libertad con cargos. Se les acusa de robo con violencia y desórdenes públicos.

Si el ministro quiere buscar delincuentes debería buscar entre directivos de banca que engañaron con las preferentes”

R. Lo del robo me suena a chiste. Si coger diez paquetes de arroz, de garbanzos, un litro de aceite,… es un robo, que venga Dios y lo vea, cuando se ponen a rescatar a los bancos por su mala gestión con 100.000 millones de euros. Me parece de un fariseísmo espectacular. Y me parece muy fuerte que se hable de violencia de un sindicato que lleva 32 años ejerciendo la no violencia. No hubo ningún enfrentamiento en ningún supermercado, ni con la Guardia Civil ni con la policía nacional ni con nadie.

P. ¿Hubo problemas con alguna de las cajeras?

R. No, no hubo problemas. La cajera se puso nerviosa y empezó a llorar pero nadie le hizo nada. ¿Cómo vamos a meternos nosotros con ningún trabajador que está ganando 850 euros y que al que además le hacen trabajar más horas de las reglamentarias? Están queriendo convertir la anécdota en una montaña, para poder criminalizar unas acciones no violentas, que eso sí, han puesto el dedo en la llaga. Si el ministro [del Interior] quiere buscar delincuentes debería buscar entre los directivos de cajas de ahorros y bancos que han engañado a personas mayores con el tema de las preferentes. Que busquen ahí y no al pobre jornalero que ha hecho un acto de reivindicación pacífica y que el alimento no lo ha utilizado como hurto o como robo, puesto que no hay beneficio. Se ha entregado a una ONG o a un banco de alimentos.

P. ¿No rechazaron las ONG y los bancos de alimentos estas donaciones?

Nos vemos obligados a llamar la atención de esta manera para que alguien reflexione”

R. Ha habido un banco de alimentos, al que nosotros no se lo hemos ofrecido. Alguien quiere buscar un minuto de gloria, diciendo que los ha rechazado. No hay ningún banco de alimentos que haya rechazado los alimentos que nosotros hemos entregado a distintas asociaciones sin ningún problema.

P. ¿Cree que esto perjudica a su partido?

R. Si mi partido, y así lo pone en su programa, es anticapitalista, yo creo que no. Nosotros creemos que de la crisis se sale con otro sistema: una economía de rostros humanos, donde el poder político controle al poder económico, se controlen los mercados financieros porque ahí hay una alta delincuencia que se ha demostrado con esta crisis, donde haya un banco público, donde se controle la energía, donde la vivienda, la sanidad y la educación sean un derecho. Si hay gente que renuncia a eso, yo creo que está fuera del programa de Izquierda Unida.

P. El coordinador general de IU en Andalucía y vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, se ha desmarcado.

R. Ha dicho que está de acuerdo con el fondo pero no con las formas. Yo tampoco estoy de acuerdo con las formas de que una trampa provocada por los bancos con dinero privado la paguemos con dinero público.

P. ¿Cuáles son las siguientes protestas que tienen previstas?

R. Vamos a hacer una marcha que arrancará el día 16 de Jódar [Jaén], el pueblo con más emigración de Andalucía. Vamos a recorrer todas las provincias andaluzas, con lo que queremos conectar el campo con la ciudad. Y no descartamos volver a ocupar Las Turquillas. Por supuesto, si no hay medidas por parte del Gobierno, como por ejemplo una renta básica para las familias que no tienen ningún ingreso o que los alimentos se entreguen antes de que caduquen, también volveremos a ocupar centros comerciales. Dice el señor Rajoy que no le gusta lo que está haciendo. A nosotros no nos gusta tener que ir a los supermercados pero no hay más remedio por las circunstancias sociales que este señor no ve. Nos vemos obligados a llamar la atención de esta manera para que alguien reflexione. Espero que alguien no se quede solamente en detener y reprimir, que tomen nota y se enteren de que hay gente que está desesperada. El Estado tiene que garantizar que todo el mundo coma todos los días y tenga un techo. Estamos en el siglo XXI y en Europa. Pero en Andalucía y en el conjunto del Estado español, en las grandes ciudades desgraciadamente también, ya eso no se les garantiza a todos los españoles.