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La Policía acusa de amenaza y coacción al comisario que investigó a Interligare

Barrado supuestamente coaccionó a la mano derecha del director del cuerpo Asuntos Internos amplía las diligencias por revelación de secretos

Luis Luengo.
Luis Luengo.

La Unidad de Asuntos Internos de la Policía y el Juzgado de Instrucción número 25 de Madrid investigan por coacciones, amenazas y revelación de secretos al comisario que dirigía la unidad que elaboró —sin dar cuenta a sus jefes y con datos “sin confirmar ni corroborar”— el informe sobre una supuesta trama de corrupción montada en Interior durante el mandato del socialista Alfredo Pérez Rubalcaba que “pudo” espiar al PP. Tras ser destituido el pasado julio como jefe de la Brigada de Delincuencia Económica y al ver que la Dirección General de la Policía no investigaba la supuesta trama, el comisario Jaime Barrado supuestamente amenazó a los máximos jefes policiales del PP con tirar de la manta y hacer públicos informes sobre la empresa Interligare (eje de la supuesta trama) y otros asuntos, si no era restituido en el cargo.

Varias fuentes policiales han asegurado que el 9 de enero, día en que está fechado el informe sin corroborar en el que hablaba de espionaje, Barrado mandó una nota informativa con sus pesquisas a Pedro Agudo, jefe de gabinete y hombre de la máxima confianza del director general de la Policía, Ignacio Cosidó, un político del PP que se había destacado en el Congreso por su constante presión a Rubalcaba por el caso Faisán. Cosidó no había ordenado judicializar el asunto, pese a que se sugería la existencia de un supuesto espionaje a su partido. De hecho, no se sabe qué juzgado investiga la supuesta trama revelada por El Mundo y que el PP ha aprovechado para acusar a Rubalcaba de espiarles. Jaime Barrado, según algunas fuentes, incluso se entrevistó con el propio Cosidó para pedir una medalla roja (pensionada) para él y los dos inspectores que le apoyaron en la investigación.

El cargo policial ha sido llamado dos veces a declarar por sus superiores

En sus informes, se acusaba a Luis Luengo, director general de Infraestructuras con Rubalcaba, de dar irregularmente contratos a Interligare, donde eran consejeros los ex altos cargos policiales Gabriel Fuentes y Miguel Ángel Fernández Rancaño. Y de camino, decía que dicha firma suministradora de software de inteligencia, cuya sede en Madrid está junto a la del PP, podría haber espiado a este partido para informar a Rubalcaba.

Tras analizar el asunto, la Dirección General de la Policía no vio base para una pesquisa penal en los impagos a la Seguridad Social ni en el resto de asuntos que se reflejaban en la nota. Pero dicha medalla le fue denegada. Poco después, Barrado, que no había informado a sus jefes directos de las pesquisas, fue relevado de su cargo por José García Losada cuando este se hizo cargo hace poco más de un mes de la Comisaría General de Policía Judicial en sustitución de Enrique Rodríguez Ulla. Este, a su vez, había sido relevado tras haber investigado el ático marbellí de Ignacio González, número dos de Esperanza Aguirre. En esta última pesquisa, según las fuentes, también supuestamente participó Barrado.

Interior indaga si el responsable del extraño informe ha revelado secretos
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Tras ser destituido, Barrado, según las fuentes, se reunió supuestamente con Pedro Agudo, el jefe de gabinete del director general, al que presuntamente advirtió que tiraría de la manta e informaría a la prensa del asunto Interligare si no era restituido en el puesto. Agudo dio cuenta del contenido de la reunión al director adjunto operativo, el comisario Eugenio Pino, que ordenó poner el asunto en manos de la Brigada de Asuntos Internos.

Agudo dio cuenta de las supuestas amenazas a Asuntos Internos y esta unidad llamó entonces a declarar a Barrado. Este, en su declaración, arremetió contra toda la cúpula policial, según las fuentes. Asuntos Internos remitió las diligencias por coacciones y amenazas a los juzgados de Madrid. Tras salir el asunto en El Mundo, transformado ya en una red de corrupción y espionaje montada por Rubalcaba, Asuntos Internos hizo una ampliación de diligencias por revelación de secretos, al considerar que las amenazas se habían consumado.

Barrado ha comparecido esta semana por segunda vez ante Asuntos Internos, pero en la última ocasión se negó a declarar. También han comparecido los inspectores bajo sus órdenes que hicieron los informes, así como el jefe directo de ambos (el responsable de la Sección de Delitos contra la Seguridad Social). Este último, según las fuentes informantes, ha declarado que tampoco estaba informado de las pesquisas.

Luis Luengo: “No di nada a esa empresa”

El Gobierno nombró al comisario Luis Luengo director general de Infraestructuras y Material de la Seguridad, dependiente del Ministerio del Interior que encabezaba Alfredo Pérez Rubalcaba. Cesó en el cargo en marzo de 2011, al jubilarse por cumplir 65 años e impedir la ley su continuidad.

“Cuando yo llegué, la empresa Interligare ya estaba haciendo algún trabajo para Interior”, recuerda Luengo. “Creo que en mi etapa se le adjudicó un contrato para Instituciones Penitenciarias y me parece que otro para la Comisaría General de Información”.

El ex alto cargo afirma que él directamente no le concedió nada a esa empresa, como tampoco fue quien directamente rompió con ella cuando los órganos competentes del Estado descubrieron que tenía deudas, lo que impedía contratar con ella. Pero ambas cosas sucedieron durante la gestión de Luengo. “Si yo era, como dicen, el que le daba los contratos a dedo, ¿cómo se explica que luego yo no evitara que siguiera trabajando para Interior?”, argumenta. Quien dio la orden de cortar relaciones con esa empresa fue el entonces viceministro de Interior, Antonio Camacho.

Una hija y un hijo de Luengo trabajaron en Interligare, pero no porque su padre los enchufara. Él sí admite que le indicó a su hijo David que esa empresa parecía “innovadora e interesante”. El joven, que cursó una solicitud y fue admitido, solo estuvo nueve meses en Interligare y se fue demandando después a la empresa por impago de parte de su sueldo.

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