La bala en la recámara de Monago: elecciones anticipadas
El plazo de un año que fija el Estatuto para disolver la Cámara y convocar elecciones a partir de su constitución ya ha vencido
Aunque José Antonio Monago (PP) gobierna Extremadura en minoría y está, por tanto, en manos de PSOE e IU —mientras continúen enfrentados, él puede seguir gobernando; si un día deciden aliarse, él perdería el poder—, el presidente guarda un as en la manga para defenderse de una hipotética moción de censura. El Estatuto extremeño autoriza al Gobierno a convocar elecciones anticipadas pasado un año de la última disolución de las Cortes: ese plazo acaba de vencer, en abril. Por tanto, a partir de este mismo momento, si Monago ve que la moción de censura del PSOE va en serio y que hay riesgo de que IU la apoye, podría decidir disolver el Parlamento, convocar elecciones y confiar en que la ciudadanía dé esta vez mayoría absoluta al PP.
Es una opción arriesgada, porque con la que está cayendo en España, en medio de la catarata de recortes y medidas impopulares del Ejecutivo de Mariano Rajoy, la marca PP está bastante menos boyante hoy que hace un año. Pero, por otro lado, Monago podría alegar ante los votantes extremeños que la comunidad necesita estabilidad para afrontar esta situación difícil, y que el binomio PSOE-IU, dos partidos enfrentados a cara de perro en Extremadura durante tres décadas, no podría darla.
En cualquier caso, arriesgada o no, adelantar elecciones sería la única opción del PP para seguir gobernando si PSOE e IU llegan a ponerse de acuerdo. Por cierto que, si esto último sucede, lo determinante no es que IU respalde la moción, sino que la respalden sus tres diputados, que son los que votan.
Sería el segundo intento para un acuerdo que no fraguó tras las elecciones de mayo de 2011. La dirección federal de IU había anunciado que apoyaría la investidura del socialista Guillermo Fernández Vara, pero los órganos regionales decidieron —después de consultar a la militancia— negar ese apoyo y poner fin a casi tres décadas de una mayoría absoluta socialista que tildaban de “caciquil”. Los tres diputados de IU se abstuvieron y dieron así la presidencia a Monago. Lo hicieron a pesar de las presiones de la dirección federal, que temía una debacle de IU en las elecciones generales por culpa de la actitud en Extremadura. Pronóstico equivocado: IU subió mucho en las generales, en Extremadura y en toda España.
Durante las negociaciones, luego rotas, entre PSOE e IU tras aquellos comicios de mayo, se llegó a plantear la posibilidad de presentar a medio plazo una moción de censura, pero Fernández Vara la rechazó tajantemente para evitar que la región se sumiera en la inestabilidad. En estos meses, IU ha permitido la aprobación del Presupuesto regional —a cambio de que Monago limitara algunos recortes— y la fractura interna en la federación extremeña ha aumentado.
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