La izquierda política y sindical pone a prueba su fuerza contra los recortes

Primera prueba de fuerza contra el Gobierno y test de esfuerzo de los sindicatos y de los partidos de la izquierda. Estos retos se dirimirán hoy en toda España a la luz de la respuesta ciudadana que tenga el llamamiento de la Plataforma Social en Defensa del Estado de Bienestar, contra los recortes del PP. A mediodía se celebrarán manifestaciones en 55 ciudades con el lema Con la educación y la sanidad no se juega, aunque en el manifiesto que se leerá como broche de las mismas se abominará de otras medidas gubernamentales. Serán marchas contra la reforma laboral, ya vigente, así como contra la subida del IRPF y otras medidas que se consideran discriminatorias, como la exclusión de la sanidad a los inmigrantes que no tengan residencia legal o el copago farmacéutico según la renta.

Detrás de esta Plataforma Social hay más de 50 organizaciones sociales, aunque la matriz de la estructura organizativa descansa esencialmente en los dos grandes sindicatos: CC OO y UGT. Dos pasos más atrás de la plataforma se sitúan los partidos de la izquierda, representados a escala nacional por el PSOE e Izquierda Unida.

Será la tercera vez en tres meses que el PSOE sale a la calle en seguimiento de las protestas convocadas por los sindicatos. Las dos anteriores fueron el precalentamiento de la huelga general que se hizo el 29 de marzo en protesta por la reforma laboral. No les fue mal. Dirigentes socialistas no ocultan que acudieron a esas manifestaciones con cierta aprensión al no estar seguros de cuál sería la respuesta de los ciudadanos al verles en una protesta muy pocas semanas después de haber abandonado el Gobierno, y cuando ellos también provocaron la convocatoria de una huelga general con su propia reforma de la legislación del trabajo. “Por supuesto, nadie nos aplaudió, pero tampoco nos abuchearon”, señalan en la dirección del PSOE.

Los partidos tienen especial cuidado en no adjudicarse un protagonismo que no les corresponde. Así lo expresa el secretario de Organización del PSOE, Óscar López, que hoy encabezará la delegación del PSOE que acude a la protesta de Madrid. “Los sindicatos son los que llaman a la movilización y convocan, nosotros les acompañamos en la calle y hacemos nuestro trabajo en el Parlamento presentando alternativas”, afirma López . Con él estarán varios miembros de la ejecutiva federal del partido, como Rafael Simancas, Purificación Causapié y el portavoz municipal madrileño, Jaime Lissavetzky.

Entre los asistentes habrá muchos socialistas en seguimiento a la llamada a salir a la calle que hizo la número dos del PSOE, Elena Valenciano. Rubalcaba estará en la clausura del congreso de las Juventudes Socialistas, al tiempo que Mariano Rajoy, presidente del PP, clausura el congreso de su partido en Madrid. A efectos del PP, es como si el líder del PSOE encabezara las marchas. “Si yo hubiera dejado el país como lo ha dejado el PSOE, por vergüenza me quedaría en casa”, dijo ayer la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Los presidentes de Baleares y Valencia, ambos del PP, José Ramón Bauzá y Alberto Fabra, acusan al PSOE de “calentar la calle”.

No consta que los socialistas hayan hecho una llamada interna a sus militantes para que salgan a la calle, salvo las públicas y con carácter general. De momento, las marchas de hoy tienen el sello de los sindicatos. En Madrid, Cándido Méndez (UGT) e Ignacio Fernández Toxo (CC OO) marcharán desde la plaza de Neptuno a la Puerta del Sol, donde un representante de la plataforma social leerá el manifiesto por la defensa de los servicios públicos.