El 'lehendakari' echa una mano a Rajoy con el plan de presos

El lehendakari, Patxi López, ha echado una cualificada mano al Gobierno de Mariano Rajoy y su plan de reinserción para presos por terrorismo. López ha rebatido directamente, aunque sin nombrarlas, las acusaciones de debilidad y cesión a ETA con las que asociaciones de víctimas, UPyD e incluso el europarlamentario del PP, Jaime Mayor Oreja, descalificaron y atacaron ayer la iniciativa anunciada por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díez. "Ha oído voces que la achacan a la debilidad o a concesiones. No. Esto se hace desde la fortaleza de un Estado de derecho que ha ganado a una banda terrorista y utiliza las herramientas que tiene, que son la ley, para consolidar el nuevo tiempo de libertad", ha corregido. "El ministro lo único que ha hecho es recordarlas y ponerlas encima de la mesa", ha subrayado a continuación. El lehendakari ha realizado esta valoración, que da idea de la buena conexión en esta materia entre ambos Ejecutivos, durante su intervención en el foro El camino de la recuperación, organizado por Cinco Días. López ha recordado a los autores de las críticas al plan que la propia Constitución consagra la reinserción social como objetivo último de la política penitenciaria.

El lehendakari, cuyo comisionado para la paz y la convivencia, Jesús Loza, ya valoró ayer mismo como "un avance en la dirección correcta" la actuación del Gobierno, pidió que se retire el foco de las exigencias del ministro y se coloque "donde tiene que estar: en la propia ETA y en los presos". Estos han sido, a su juicio, "rehenes" de su propio mundo, desde el que se les ha impedido "recorrer el camino" que puede mejorar sus condiciones en las cárceles, propiciar su acercamiento al País Vasco, aligerando así también la carga a sus familiares y finalmente permitirles la reinserción en la sociedad. "La democracia, es una ciudad de puertas abiertas", ha afirmado para animar a "seguir avanzando en esa dirección".

Vacío del PP a Mayor Oreja

La posición de Jaime Mayor Oreja no encuentra el menor eco en el PP. Menos aún en el del País Vasco, donde tanto el presidente del Senado, Pío García Escudero, como la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga, han hecho el vacío más absoluto a sus declaraciones. El primero ha respondido indicando que se le pidan explicaciones a él mismo -"no voy a ser yo quien juzgue o deje de juzgar", ha dicho-, mientras Quiroga ni siquiera ha contestado. García Escudero ha subrayado que el Gobierno "ni modifica la legalidad ni el nivel de exigencia a ETA" y que lo que ha hecho es dejar claro a los presos, que habían dejado de acogerse a la vía Nanclares desde que la banda anunció el cese de actividades que no pueden depositar ninguna esperanza en las expectativas sobre supuestas amnistías que les lleguen de la banda o la izquierda abertzale política. "El Gobierno les deja claro que eso no va a existir" y les explica "cuáles son los condicionamientos" que tendrán que cumplir. Todas las condiciones del plan del Gobierno "están previstas en la legalidad" , ha dicho. García Escudero ha abundado en el reconocimiento, realizado ya ayer por el ministro de Interior, Jorge Fernández Díez, de qu,e desde el anuncio del cese de actividad por ETA, los reclusos dejaron de acogerse a la vía Nanclares, por las expectativas que colocaron en una negociación que les permitiera una salida de tipo colectivo.

Quiroga ha defendido que el plan del Gobierno simplemente pone "negro sobre blanco" cuál es la legalidad española en la materia y que obstaculizará la actuación de la "mafia" que ETA ha tejido en torno a los presos y que todavía "persiste".