Lo que le queda por hacer a Rajoy

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha negado la improvisación. Desde México, ha anunciado que tiene un plan de reformas hasta el verano pero no ha precisado en qué se basarán. Sin embargo, según las promesas lanzadas en su discurso de investidura, son muchos lo ámbitos que aún le quedan por abordar.

Mariano Rajoy, anunció, en política fiscal, una serie de medias “urgentes” que se adoptarían como incentivos para pequeñas y medianas empresas, ayudas a contrataciones y para desgravación de vivienda y planes de pensiones. Los 3.000 euros para la primera contratación o la no obligación del pago del IVA de las facturas hasta que sean cobradas de las Administraciones públicas fueron dos de las propuestas apuntadas. Tampoco se ha puesta fecha para la anunciada supresión de las prejubilaciones. Respecto al plan de lucha contra el fraude fiscal, ya se han adoptado algunas medidas, pero quedan pendientes los planes contra el fraude a la Seguridad Social y al sistema de pensiones.

Sin embargo, la parte más importante de sus propuestas fiscales no está en el calendario más próximo ya que la situó para “cuando la situación económica se haya normalizado y el país haya retomado la senda del crecimiento”. Para entonces, según dijo, “será preciso abordar una reforma fiscal de mayor calado”, que incluirá, previsiblemente, su compromiso de bajar el IVA y el impuesto de sociedades y de suprimir el de patrimonio.

Otra de las grandes medidas que tiene pendientes es la del sistema financiero, con el fin de que los bancos actualicen sus balances aflorando su patrimonio inmobiliario y fomentar su saneamiento para recuperar el acceso a la financiación y puedan dar crédito. No descartó crear un "banco malo".

En sus promesas, fue más concreto a la hora de hablar de la reducción de los puentes festivos, para que, salvo en fiestas con arraigo, los festivos se trasladen a los lunes, una exigencia de la patronal CEOE.

El presidente del Gobierno anunció también la reforma de Ley de Subvenciones, un plan de igualdad para luchar contra la discriminación laboral entre hombres y mujeres y un plan de empleo juvenil, con incentivos que mejoren las bonificaciones (100% a las cotizaciones de los menores de 30 años que accedan a su primer empleo) y nuevas fórmulas para aumentar los puestos de trabajo para los jóvenes.

En Educación y Sanidad, de momento, solo ha anunciado recortes y el pago de medicamentos para los pensionistas. Pero las promesas lanzadas alcanzaban también a una nueva Ley de Servicios Básicos para que las comunidades autónomas distingan entre lo que es básico y esencial y un gran pacto por la Sanidad con todos los partidos políticos, Administraciones Públicas y profesionales implicados. En Educación, Mariano Rajoy habló de un bachillerato de tres años, la puesta en marcha de una Estrategia Nacional de Calidad de la Educación (derogada por el Gobierno de Zapatero a su llegada en 200) y la reforma de la universidad para apostar por la innovación, la excelencia y la internacionalización del sistema universitario.

La reforma de la ley para revisar el modelo de televisiones públicas y la renovación del Tribunal Constitucional, del Consejo de RTVE, del Tribunal de Cuentas y el Defensor del Pueblo, son otras de las tareas que también tiene aún pendientes.