Otros gestos y disculpas reales
Las rectificaciones reales son escasas, pero de ellas depende su conexión con la ciudadanía Isabel de Inglaterra y Carlos Gustavo de Suecia lo han padecido
Los gestos de rectificación de los monarcas a lo largo de sus reinados son escasos, pero de ellos en ocasiones depende su conexión con la ciudadanía. Lo saben bien la reina Isabel de Inglaterra y el rey Carlos Gustavo de Suecia, los únicos que en la historia reciente han pedido perdón público por sus actos.
El verano de 1997 Isabel II vivió un importante desencuentro con los ciudadanos británicos, tras la muerte de la princesa Diana de Gales en un accidente de coche en las calles de París perseguida por los paparazzi. La gente se echó a las calles a llorar a su princesa, la princesa del pueblo. La reina se ocultó durante días en su residencia de verano de Balmoral, en Escocia. Y el hecho de que no ondeara bandera alguna sobre el Palacio de Buckingham enfureció a la gente. El estandarte real solo se iza cuando la soberana está allí y nunca ondea a media asta. La reina necesitó demasiado tiempo para mostrar una señal de duelo. La rabia por la reacción dubitativa y nada dolida de Isabel II ante la muerte de su exnuera fue resumida por el diario sensacionalista The Sun en el siguiente titular: “¿Dónde está nuestra reina? ¿Dónde está su bandera?”.
Finalmente y tras la intervención del primer ministro Tony Blair hubo rectificación. En vez del estandarte real, se izó a media asta la bandera del estado, la Union Jack, y la soberana, por fin, se dejó ver ante la enorme cantidad de personas reunidas delante de Buckingham. En su primer discurso televisivo en vivo en casi 40 años, aseguró al pueblo británico que como reina y como abuela de los hijos de Diana, Guillermo y Harry, estaba triste “de corazón”.
Hace un año Carlos Gustavo de Suecia tuvo que abordar el espinoso asunto de presuntas infidelidades. El Rey de los suecos en una entrevista a la agencia sueca de noticias TT, desmintió haber visitado locales de alterne y negó la posibilidad de que existieran fotos que le puedan comprometer. "No. Es imposible que existan", declaró sobre unas supuestas fotos en manos del serbio Mille Markovic, dueño de un club de striptease. Ese gesto de Carlos Gustavo llegó tras las declaraciones de testigos que afirmaban haberle visto en clubes de alterne y fiestas con mujeres desnudas. "Hay miles de personas que van a ese tipo de establecimientos y es fácil que se produzcan equivocaciones". A la pregunta de si alguna vez ha visitado un club de alterne, el rey contestó: "Depende de qué se entiende por ese tipo de lugares. Hay algunos restaurantes donde algunas camareras están, por así decirlo, más o menos vestidas. No están desnudas. Es una cuestión de definición", intentó aclarar. Lo único que reconoció es que este escándalo "perjudica claramente" su credibilidad y también "a Suecia", y se disculpó afirmando: " Lo lamento de verdad".
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