"Me he hecho un nuevo currículo en el que solo tengo el bachillerato"
"Mi carrera, mi máster, mis exposiciones, publicaciones y concursos hay que eliminarlos" "El colmo es cuando en una oferta para cajero de supermercado, me rechazan a los 30 minutos de haberme inscrito"
Nimileurista, ni empleado.
Hace dos años, en plena crisis, dejé mi trabajo en un estudio de fotografía para terminar la carrera de Comunicación Audiovisual. Era un trabajo estable, contrato indefinido, buen ambiente, aprendía fotografía, la clientela me tenía ya cariño y tenía un buen jefe, pero necesitaba terminar las cuatro asignaturas que me quedaban y dar el salto de Málaga a Madrid, para seguir formándome y encontrar un trabajo “más de lo mio”. Un máster sobre estudios de cine español era lo perfecto para venirme y poder encontrar unas prácticas en la bolsa de la universidad.
Una vez en Madrid y viendo que no me llamaban de ninguna oferta que había echado en la página de la Universidad, me dicen que la ley ha cambiado y que al ser un licenciado no puedo ser becario y que solo puedo optar a un contrato en prácticas. Mi gozo en un pozo. Al estar licenciado me tienen que pagar un tanto por ciento del salario mínimo interprofesional y no el sueldo de un becario. Lógicamente a las empresas les sale más rentable coger a un becario que hacerme un contrato en prácticas a mi.
Sinceramente, a mi me da igual que me paguen más o menos, solo quiero meter cabeza en “el mundillo” y si me saco un minisueldo, pues mejor que mejor, porque así es menos lo que me tienen que pasar mis padres a principio de mes.
Mi segunda opción es enviar currículos a toda empresa relacionada con el sector audiovisual. Tengo un buen portfolio, años de experiencia en el sector de la fotografía, manejo todo tipo de herramientas informáticas, he ganado algún que otro concurso y además se me da bien la producción, la realización y escribir guiones. No se cuantos correos personalizados habré mandado, pero solo me han contestado de dos para darme las gracias. Solo eso.
Mi tercera opción es buscar cualquier cosa. Miro todos los días páginas de ofertas de empleo. Primero las ofertas relacionadas con el audiovisual (que si encuentras algo, es un milagro) y luego el resto. De las del sector de la comunicación te piden experiencia que es imposible tenerla (5 años como Community Manager, cuando el término no lleva existiendo más de dos años) y del resto, pues tampoco hacen mucho caso. El colmo es cuando en una oferta para cajero de supermercado, me rechazan a los 30 minutos de haberme inscrito. Un misterio.
Y empiezo a hablar con amigos y me doy cuenta de que el problema es la sobrecualificación y tener aspiraciones. Mi carrera, mi máster, mis exposiciones, publicaciones y concursos hay que eliminarlos. Los cajeros de las tiendas de ropa, hamburguesas o cafés, no deben tener más aspiración que esa.
Me he hecho un nuevo currículo. Solo tengo el bachillerato y un dolor en el estómago cada vez que lo entrego.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.