Ajustes ideológicos
Madrugada. La radio informa de que en algunas provincias hay ocho grados bajo cero. Se te hiela el corazón. Pero no por el frío estepario, sino por el gota-gota noticioso que cada mañana anuncia nuevos hachazos al Estado del bienestar.
Francino informa: la Generalitat catalana ya no puede pagar la subvención a las guarderías; el Gobierno castellano-manchego no puede pagar el sueldo de los interinos del sector sanitario. Suma y sigue. Mejor: resta y sigue.
El día anterior, leíamos en este periódico que, por falta de dinero para pagar al personal sanitario del hospital Joan XXIII de Tarragona, los que sufren un infarto después de las cinco de la tarde no son atendidos. Echan el cierre y colocan el larriano vuelva usted mañana. Si quiere ser atendido, siga hasta Barcelona. Total, solo está a 100 kilómetros. 100 minutos de angustia para el desgraciado que ha sufrido un infarto. Dentro de poco, colgaran un cartel que diga: infártese entre las ocho de la mañana y las cinco de la tarde.
Paso página: leo que Josep Prat Domenech, presidente del Instituto Catalán de Salud, la mayor empresa pública de la Generalitat, que gestiona nada menos que 400 centros sanitarios, es al tiempo vicepresidente de USP Hospitales, uno de los grandes emporios de la sanidad privada en España. Domenech es partidario de pasar la gestión de centros públicos a manos privadas. Buen negocio. Como quiere hacer Cospedal en mi pueblo, Manzanares.
¡Qué manía con privatizar! Pienso: utilizan la coartada de la crisis, no solo para hacer recortes económicos, ajustes, les llaman retorciendo el significado de las palabras, sino, lo que es más grave, para hacer ajustes ideológicos. Detrás de todo esto hay una ideología neoliberal asfixiante. Cospedal deja de enviar dinero a los centros de acogida de las mujeres maltratadas y la ministra del ramo Ana Mato habla de violencia en el entorno familiar, cuando una mujer, otra más, ha sido acuchillada sin piedad por su compañero, en un clarísimo asesinato machista: rezuman ideología por todos sus poros. Nunca entendieron la Ley de Igualdad. Nunca suscribieron de corazón la lucha contra la violencia de género.
En Baleares, el PP decreta que las mujeres paguen su propio aborto, y luego pasen factura al gobierno. Ya veremos si hay fondos para reembolsarles. ¿Ajuste económico o ajuste ideológico? Ya sabemos lo que piensa el PP del aborto. Del derecho de la mujer a ser dueña de su propio cuerpo, de su propio destino.
Más: Galicia y Baleares cobran por renovar la tarjeta sanitaria. 10 euros. En Cataluña cobrarán un euro por receta. Primer capítulo del libro gordo del copago.
Por estas tierras del sur, aun gobiernan los socialistas. Se mantienen las formas. Se defienden las políticas sociales. No hay ajustes ideológicos. Pero donde mandan los populares, en muchas ciudades, los hachazos comienzan a hacer mella. Últimas noticias: en Jerez, 700 personas, la mayoría ancianos, se quedan sin la ayuda a domicilio. En Jaén, 83 trabajadores municipales con contrato temporal, se irán a la calle. No hay dinero.
Sin embargo, ¡qué sarcasmo!, Javier Arenas anuncia que eliminará o bajará impuestos si consigue, al fin, ganar las elecciones: por supuesto, desaparecerán el que grava los depósitos bancarios y el de sucesiones. ¿Alguien se lo cree? ¿Después de lo que ha hecho su jefe Mariano Rajoy? ¿Habrá leído Arenas la última encuesta del CIS? La mayoría de los españoles (52%) prefiere pagar más impuestos a sufrir más recortes sociales.
Anochece. Termino la jornada con un libro en las manos. Joaquín Estefanía dice en su muy recomendable La economía del miedo: necesitamos un Estado del bienestar que “nos proteja desde la cuna hasta la tumba por el mero hecho de ser ciudadanos, no para serlo”.
¿Lo entenderán algún día?
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