El auditor de la tienda de trajes afirma que la red Gürtel pagó ventas reales
El testigo afirma que no sabe si Camps fue el receptor de las compras
El perito-testigo que ha declarado hoy en el juicio al expresidente de la Generalitat Francisco Camps, acusado de cohecho impropio, aseguró que la mayoría de las facturas alteradas y documentos de pago de Forever Young atribuidos por las acusaciones a prendas de vestir para Francisco Camps y Ricardo Costa corresponden a “ventas reales” abonadas por la trama Gürtel. En su testimonio, el auditor de cuentas de una de las tiendas de las que salieron, presuntamente, los regalos para Camps y Costa, llegó a cuestionar el sistema de contabilidad del establecimiento, pese a que lleva años trabajando para el propietario del mismo, Eduardo Hinojosa.
El perito presta servicios para Hinojosa y hoy reconoció que el informe que hizo originalmente sobre la contabilidad de Forever Young fue utilizado por el empresario en el juicio por despido contra el sastre José Tomás, testigo principal contra Camps y Costa.
A lo largo de su declaración, el perito Arturo Alfonso Cenjor, no fue, sin embargo, rotundo, ya que, dependiendo de la parte que le preguntara, acusaciones o defensas, matizó o varió sus afirmaciones.
El auditor habló de las facturas a las que la defensa se refiere como “facturas falsas”. Sobre estas sostuvo que se refieren a “ventas reales” sobre las que se cambió el concepto y, en lugar de las prendas supuestamente encargadas por Costa y Camps, se consignó la venta de metros de tela para que las empresas de la trama Gürtel pudieran desgravárselas ante Hacienda. “Un traje nunca se podría deducir, pero los metros de tela o las cintas para un acto, sí”, declaró.
Apoyándose en los documentos de la causa, siguió el rastro de algunos de los tiques a nombre de Camps y llegó a afirmar que estas facturas fueron pagadas con transferencias procedentes de sociedades de la trama Gürtel. Y, ante las preguntas de la fiscalía, reiteró que los importes del documento 71 (una relación de nombres, entre ellos Camps y Costa, asociados a diferentes cantidades interpretadas como pendientes de pago con una deuda global de más de 30.000 euros, que fue aportado por la propia tienda) fue satisfecho “íntegramente” por empresas de la trama y está soportado en facturas reales.
Sin embargo, después, durante el interrogatorio de la defensa de Camps, señaló que no podía afirmar que ese pago fuera de prendas de los acusados. Y destacó que ese mismo documento 71 no era oficial, sino un papel “sin validez mercantil”, en el que los precios de las prendas no coinciden con los de la tienda.
Twitter cancela una cuenta que suplantó al tribunal para vertir insultos
El Tribunal Superior de Justicia valenciano informó, por otra parte, de la denuncia presentada por usurpación de identidad e injurias contra el promotor de una cuenta falsa de Twitter abierta a principios de semana a nombre del órgano judicial con una foto de la presidenta, Pilar de la Oliva, junto a su familia.
Desde dicha cuenta, que Twitter ya ha cancelado a instancias del Grupo de Delitos Tecnológicos de la policía, se vertían insultos y descalificaciones contra los jueces, las fiscales e incluso el jurado que ha participado en el proceso contra Camps y Costa. “Había una fiscal tan servil, tan servil que le dieron un portátil rosa y la mandaron al TSJ”, se leía en un mensaje. Y en otro: “De la Oliva: Cómo va el juicio de Camps? [El magistrado que preside el juicio de los trajes, Juan] Climent: Bien. De la Oliva: Crees que le condenará el jurado? Climent: Ya te he respondido!”. Fuentes del tribunal creen que el autor ha asistido al juicio, porque entre otras cosas se refirió a los miembros del jurado como “perroflautas”. Y a los jurados, cuya imagen está prohibido reproducir, solo se les puede ver dentro de la sala.
El juicio seguirá el lunes, con las declaraciones de más peritos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.