Déficit al 8%
El Gobierno, el Banco de España y la mayoría de economistas privados ya hemos anticipado un escenario de recesión suave para 2012, pero todo es susceptible de empeorar
En el Congreso, el presidente anunció que presentaría el presupuesto en marzo y que en el segundo Consejo de Ministros aprobaría un plan de medidas urgentes. Se esperaba un paquete de reformas estructurales pero saltó la sorpresa. Sin datos aún en la Intervención General del Estado del cuarto trimestre y con unas necesidades de financiación para las Administraciones Públicas en el tercer trimestre en torno al 6,1% del PIB, según publicaba ayer mismo el INE, el Gobierno anunció una estimación del 8% para 2011. Dos terceras partes de la desviación correspondiente a las comunidades autónomas.
España SA debe 1,8 billones de euros a inversores internacionales y por eso siempre hay que analizar cuál será la reacción de los mercados al anuncio. Medio billón es financiación a corto plazo, la mayor parte bancaria, a lo cual hay que sumar vencimientos de largo plazo. Por lo tanto, en 2012 España SA tendrá que refinanciar en los mercados internacionales el 60% de su PIB. Olivier Blanchard, economista jefe del FMI y futurible Premio Nobel de Economía, acaba de publicar que medidas de austeridad acompañadas de bajo crecimiento, lejos de reducir las primas de riesgo las acaban aumentando.
El Gobierno, el Banco de España y la mayoría de economistas privados ya hemos anticipado un escenario de recesión suave para 2012, pero todo es susceptible de empeorar. En Europa aún no se asume la recesión y seguimos con el relato moralista de la austeridad. Por lo tanto, el Ecofin obligará a España a publicar un nuevo Plan de Estabilidad urgente para corregir esta desviación y garantizar el 4,4% de déficit el próximo año, como acaban de hacer con Italia.
Esto supone recortar cuatro puntos de déficit público primario, un recorte similar al que hemos acometido desde 2009, pero en un solo año, con la economía en recesión y con nuestros principales destinos de exportación también en recesión. Esta es una misión equivalente a la Odisea de Ulises pero nosotros somos simples mortales. Otra lección que Blanchard destaca de 2011 es que incumplir los planes anunciados también afecta negativamente a la prima de riesgo.
El estigma es mayor si ha habido ocultación de déficit. Papandreu siguió una estrategia similar en 2009 en Grecia y acabó en tragedia. Es cierto que cualquier comparación de España con Grecia no es realista, pero el nuevo Gobierno de Castilla-La Mancha optó por la misma estrategia y también son bono basura. Por lo tanto, habrá que esperar la reacción de las agencias de rating que han puesto en revisión a todos los países de la Eurozona y seguramente empezarán las rebajas en España.
Otro mito sobre los mercados es que demandan austeridad y transparencia. Los inversores en momentos de máxima incertidumbre no quieren la verdad, solo quieren recuperar su inversión. El propio Blanchard critica la “esquizofrenia” de los mercados, que primero aplauden la austeridad y luego te destrozan cuando acaba provocando la recesión. Por lo tanto, menos austeridad y más Prozac.
España puede aguantar tipos altos mucho tiempo, el problema es de cantidades. En octubre, los inversores internacionales sacaron de España 20.000 millones de euros y desde abril 85.000 millones, el 8% del PIB. El BCE ha actuado de prestador de última instancia pero esta situación no es sostenible.
Keynes, gran conocedor de los mercados, nos enseñaba que “cuando piensas que va a suceder lo inevitable, surge lo imprevisto”. En 2012, se resolverá la quita de Grecia, seguramente también la de los bancos irlandeses y probablemente Italia necesitará ayuda financiera. Esperemos que haya vida inteligente en Europa y suavicen los compromisos de déficit urgentemente.
José Carlos Díez es economista jefe de Intermoney y profesor de economía de la Universidad de Alcalá de Henares.
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