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Los peritos no hallan pagos de bancos o empresas en las cuentas de Garzón

El informe destaca que se investigó a la hija y la esposa del juez, pese a la separación de bienes Garzón declara hoy ante el instructor sobre los patrocinios a los cursos impartidos en Nueva York

Garzón, a su llegada al Tribunal Supremo esta tarde.
Garzón, a su llegada al Tribunal Supremo esta tarde. ÁLVARO GARCÍA

Los peritos de la Guardia Civil que han analizado el patrimonio del juez Baltasar Garzón y de su familia por orden del juez instructor del Tribunal Supremo Manuel Marchena en la investigación por los pagos de dos cursos en Nueva York aseguraron ayer en la diligencia de ratificación de su informe que no han detectado ningún ingreso procedente del Banco de Santander, del BBVA, Telefónica, Endesa o Cepsa en las cuentas corrientes que Garzón tiene abiertas en España, según fuentes de las partes del proceso. Tampoco han detectado ingresos procedentes de la Universidad de Nueva York o del Centro Rey Juan Carlos I en las mismas cuentas.

Los dos peritos de la Guardia Civil, que ratificaron ayer su informe, fueron interrogados por el instructor Manuel Marchena, quien fue directo a una cuenta del Citibank de Nueva York que Garzón [que ha sido citado a declarar por Marchena a las cuatro y media de esta tarde sobre el contenido del informe de los peritos] había declarado en su impuesto sobre el patrimonio. Según los peritos,la identificación de esa cuenta había sido “incompleta”, y con una numeración “más reducida de lo habitual”. Sin embargo, el Instituto Cervantes había proporcionado la numeración correcta de esa cuenta, al reflejar un ingreso en ella de unos 500 dólares (unos 300 euros) por una conferencia de Garzón. Según los peritos, habría que contrastar la numeración para llegar a la conclusión de si se trataba de dos cuentas distintas.

A preguntas del defensor de Garzón, Enrique Molina, el aparente hallazgo de una nueva cuenta de Garzón quedó muy diluido. Los peritos especificaron que en la declaración de patrimonio de Garzón, la persona que rellenó el impreso había puesto en el número de cuenta dos “ceros” sobre lo que a su vez se habían escrito dos“unos”, y de ahí la dificultad para identificar esa cuenta. Sin embargo, a razón del ingreso de 500 dólares del Instituto Cervantes, pudieron conocer con exactitud la numeración de esa cuenta. Pero, en definitiva, desconocían si se trata de una misma cuenta o de dos distintas. Dijeron que tampoco podían precisar si el saldo se correspondía con lo declarado en el impuesto de patrimonio por Garzón, porque la Agencia Tributaria no les había pasado las declaraciones consolidadas presentadas por Garzón en Estados Unidos, ni tampoco habían tenido acceso a la cuenta del juez en el Citibank.

El fiscal remató la cuestión al preguntarles a qué conclusión llegaban acerca de si existen una o dos cuentas de Garzón en el Citibank. Los peritos contestaron que no han podido formular ninguna conclusión.

El defensor de Garzón les preguntó porqué el informe patrimonial hace referencia a gastos “de carácter personal o familiares” e incluso a una empresa en la que figura como apoderada la mujer de Garzón y administradora su hija. Los peritos tuvieron que reconocer que la empresa se refiere a “varios años después” del periodo cronológico acotado por el informe pericial, los años 2005 y 2006, porque lo que buscaban era fijar la participación de Garzón en alguna sociedad. Sin embargo, a preguntas de Molina, tuvieron que admitir que habían conocido la existencia de dicha sociedad a través de una base pública, pero en ningún momento habían tenido acceso a su contabilidad o a sus movimientos bancarios. También tuvieron que admitir que desconocían que Garzón y su mujer mantienen un régimen económico matrimonial de separación de bienes.

Respecto a un fondo de 330.386 euros que hacen constar en su informe, indicaron que desconocían el origen de ese dinero porque la documentación del banco, de acuerdo con la limitación temporal del informe pericial, se iniciaba precisamente con la referencia a esa cuantía. Los peritos concluyeron que para conocer el origen de esos fondos, lo primero sería preguntarle a Garzón.

Sobre las cantidades por “conferencias impartidas en el extranjero”, respondieron que a través de una consulta en Internet comprobaron que Garzón había dado varias conferencias en el extranjero, entre ellas la que pronunció en el Instituto Cervantes. Añadieron que en los movimientos bancarios en España no habían encontrado reflejo de los ingresos por esas conferencias. Pero, preguntados por el fiscal si sabían si esas conferencias fueron o no retribuidas, los peritos dijeron que no tenían constancia de ello.

Sobre otras cantidades por cursos, conferencias y seminarios, convinieron en que Garzón los incluye en su declaración de impuestos. El hecho de que esas cantidades no tengan reflejo contable en la documentación bancaria se podía explicar, según los peritos, por algún desfase entre el momento de la percepción y el de la declaración a Hacienda. Tampoco excluyeron el fraccionamiento de esas cantidades percibidas, o que hubieran podido ser recibidas en efectivo.

Tras los peritos, declaró como testigo la funcionaria de Justicia María del Mar Bernabé, que acompañó a Garzón en 2005 durante su estancia en Nueva York con una licencia de estudios. Bernabé volvió después, en 2006, a Nueva York cuando la Universidad le propuso trabajar en el centro educativo. Ayer se ratificó en que no recordaba si durante ese periodo recibió cantidad alguna de la Universidad de Nueva York, aunque en julio de 2005 sí recibió una carta de la UNY en la que se le entregaban 20.400 dólares, si bien no recordaba cómo lo hizo efectivo.

Bernabé se remitió en todo momento a la contabilidad de la Universidad de Nueva York sobre un segundo cheque de 15.000 dólares que no recordaba haber cobrado. Según dijo, si el cobro estaba reflejado en la contabilidad, es posible que el cheque hubiera existido, pero ella no disponía de documentación que avalase la realidad de ese cheque.

La testigo dijo en otro momento que los convenios de patrocinio los redactaba Karen Grinsberg, directora del centro de Derecho y Seguridad de la UNY, y que no le constaba que Garzón se dedicase a esos menesteres. Puntualizó después que ella no se dedicó a la agenda de Garzón, aunque escribió cientos de cartas en relación con los proyectos que dirigieron Garzón y Grinsberg. Preguntada por el fiscal si Garzón recibió fondos de alguno de los patrocinios, la testigo dijo que no le constaba y que no podía saberlo.

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