Al Qaeda exhibe a cinco rehenes para certificar que no tiene a los españoles
La rama magrebí de la organización niega que los cooperantes secuestrados estén en su poder
La rama magrebí de Al Qaeda (AQMI) ha enviado hoy a EL PAÍS las fotos de sus cinco últimos rehenes apresados en Malí a finales de noviembre horas después de emitir un comunicado en el que niega su responsabilidad en el secuestro, el 23 de octubre, de dos cooperantes españoles y de una italiana en Rabuni, la sede administrativa del Frente Polisario.
Al Qaeda capturó el 24 de noviembre a dos franceses, Philippe Verdon y Serge Slobodan Lazarevic, en Hombori, en el norte Mali. Ambos se registraron en el hotel en el que se hospedaban como “geólogos”, pero la organización terrorista les describe como “espías” de los servicios secretos franceses.
Al día siguiente los terroristas irrumpieron en un hotel de la mítica ciudad de Tombuctú en el que apresaron a cuatro turistas, el surafricano Gown Stephen Malcom, de 36 años; el sueco Gustafson Nils Johan Viktor, de 36 años; y el holandés Jacobus Nicolas Ruke, de 51 años. La esposa de este último se salvó encondiéndose. Un alemán, Martin Eugen Arker, de 58 años, perdió en cambio la vida al resistirse a subir al vehículo de sus secuestradores.
Las dos fotos que acompañan al comunicado sirven para autentificarlo. En él AQMI rechaza "cualquier responsabilidad en el secuestro de los europeos [entre ellos dos españoles] en el campamento de Tinduf" en un comunicado enviado a este periódico el jueves por la noche por Salah Abu Mohamed, su responsable de comunicación.
El Ministerio de Exteriores, en su línea habitual, prefiere no comentar el comunicado en vista de la "sensibilidad" del asunto y recalca su llamamiento a mantener "la prudencia y la discreción".
Dos cooperantes españoles, Ainhoa Fernández de Rincón y Enric Gonyalons, y una italiana, Rosella Urru, fueron apresados muy cerca de los campamentos de refugiados saharauis del sureste de Argelia en los que trabajaban. Su secuestro es el primero de cuantos se han producido en el Sáhara que aún no ha sido reivindicado.
Los tres cooperantes apresados en Rabuni están, según sospechan fuentes gubernamentales españolas, en manos de un grupo disidente de Al Qaeda que deseaba, no obstante, reincoporarse a la organización terrorista, pero fuentes conocedoras de la región dudan de la fiabilidad de esta versión. Para tratar de resolver el secuestro el Ejecutivo español designó a un exembajador con experiencia en África subsahariana, Antonio Sánchez-Benedito, que el mes pasado hizo un primer viaje a Malí.
Con la organización terrorista existen cauces conocidos de negociación para obtener la liberación de sus rehenes, pero no así con quienes tienen en su poder a los cooperantes españoles. De ahí la dificultad de entablar primero el contacto y después de intentar resolver el triple secuestro.
Otras dos cooperantes españolas, Montserrat Serra y Blanca Thiebaut, están en paradero desconocido desde que fueron secuestradas en Kenia, en octubre pasado.
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