El PSOE saca pecho con su historia

Felipe González no resta, suma y ayuda a movilizar al partido. Esta apreciación de un miembro del comité electoral del PSOE es compartida por la mayoría de los dirigentes regionales, quienes han invitado encarecidamente al expresidente del Gobierno a que protagonice mítines en sus provincias. Tanto es así, que el ex mandatario hará actos todos los días de campaña y estará presente en casi todas las comunidades autónomas. Y tres de esos actos son con Rubalcaba.

Por tanto, no ha sido un desliz ni hay arrepentimiento del candidato por haber pedido a González que le acompañe en tres actos de mucha entidad porque se celebran en lugares donde el PSOE tiene fuerte militancia. En Sevilla, ante más de 20.000 personas; ayer en Valencia, con un aforo en torno a 10.000, y también se espera gran afluencia el domingo en Zaragoza. “¡Cómo no voy a pedir a Felipe que me ayude, si es un lujo!”, clamó Rubalcaba. Parece que todos están de acuerdo. González se presta gustoso a animar a los suyos y a tratar de convencer a los desafectos de que la hondura de la crisis actual necesita al PSOE en el Gobierno y a Alfredo Pérez Rubalcaba como presidente. Además, con González en campaña se quiere remachar la tesis de que ante crisis virulentas el PSOE, al menos, garantiza la cohesión social y no deja a la gente en la cuneta. Para justificar sus palabras, siempre echan mano de algunas comunidades gobernadas por el PP. Ayer en Valencia se prestó gustoso el secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte.

Las críticas de dirigentes del PP y de algunos medios de comunicación por la presencia de González en campaña no las echó el expresidente en saco roto. “Dice la caverna que Alfredo recurre al pasado, que soy yo, y Rajoy es el futuro... pluscuamperfecto”. Sus palabras posteriores sin duda tendrán eco: “Con todo respeto, ¿Rajoy sabe cómo afrontar los desafíos del siglo XXI?”. Y le sugirió que su “mejor opción” se encuentra “en una tumbona en el registro de la propiedad de Santa Pola”, donde el líder del PP tiene plaza por oposición. Pero la dureza la empleó con el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, aunque sin nombrarlo. “Por qué nadie se mete con ese desvergonzado, ese manipulador; por qué se le tiene miedo, por qué, si no es un periódico, es El Inmundo”.

Y vuelta a la estrategia de campaña con el reconocimiento de errores, por lo que continúa el papel ingrato de José Luis Rodríguez Zapatero. Aunque los dos oradores enseguida lo justificaron por la imprevisibilidad de esta crisis. En clave de partido, quedó claro que pase lo que pase el 20-N, González apoyará a Rubalcaba. “Cuenta conmigo ahora, después de las elecciones, y el año que viene, porque eres el mejor”.