Estepona urge a sus funcionarios a aceptar recortes si quieren cobrar

El nuevo equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Estepona que preside José María García Urbano (PP) ha dado un ultimátum a los funcionarios municipales a los que ha emplazado a que acepten de forma inmediata un recorte en sus retribuciones si es que quieren tener garantías de cobrar las nóminas en los próximos meses. El propio alcalde trasladó ayer un escrito a los funcionarios en los que fija como fecha tope para llegar a un acuerdo el 31 de julio y advierte que están en riesgo los salarios de las empresas municipales. Y ello un día después de que la concejal de Personal, Pilar Fernández-Fígares, comunicara a los representantes sindicales en una reunión que "se impone afrontar de forma inmediata el plan de ajuste" ante la desesperada situación económica del consistorio.

El comité de empresa tiene previsto reunirse hoy para estudiar la situación, pero su presidente, José Carrasco, ya ha advertido que "es inaceptable que se nos quiera cargar a los trabajadores con la responsabilidad del pago de las nóminas, algo que es una obligación del equipo de Gobierno".

Carrasco explicó que los funcionarios son conscientes de la delicada situación económica y están dispuestos a aceptar medidas de ajuste, pero no con la precipitación planteada por el equipo de Gobierno. Los trabajadores pretenden que se plantee una negociación "con una visión global" en la que el equipo de gobierno deje también claros sus propósitos de futuro, toda vez que ya ha anunciado que habrá algunas privatizaciones de servicios.

El comité de empresa quiere que las medidas de recorte propuestas por el equipo de Gobierno dentro del plan de ajuste como la eliminación de complementos de puntualidad y asistencia y determinadas cláusulas de los contratos como el pago de prestaciones sanitarias se afronten en la negociación colectiva. Pero la concejal de Personal insiste en que estas propuestas que planteó a los pocos días de tomar posesión la nueva corporación son para aplicarlas con urgencia y que ya habrá tiempo de negociar un convenio. "La situación económica que hemos encontrado no nos permite esperar más tiempo para tomar medidas, porque cada día que pasa, el Ayuntamiento agudiza su insostenibilidad", argumenta.

El equipo de Gobierno insiste en que su antecesor presidido por el socialista David Valadez mintió cuando dijo que el pago de las nóminas está garantizado este ejercicio y calcula que faltan 5,5 millones de euros. Los recortes en las retribuciones propuestos a los trabajadores con carácter urgente supondrían un ahorro estimado de 3,5 millones de euros.

La concejal de Personal insistió en la reunión de antes de ayer en que el propósito del equipo de gobierno es, además de no tocar la base salarial, "mantener la integridad de la plantilla". Pero los sindicatos no se fían, ya que una de las propuestas contenidas en el plan de ajuste es la eliminación de la cláusula de garantía de empleo, que da opción al trabajador en caso de despido improcedente a elegir entre la readmisión o la indemnización. La propuesta municipal es que sea el Ayuntamiento quien se reserve esa decisión. "Si quieren cambiar esto nos ponen en guardia, porque solo puede obedecer a que planteen despidos, de otra forma no tiene sentido", responde el presidente del comité de empresa.

Independientemente del alcance de las medidas, el clima ya se ha caldeado por las urgencias planteadas por la alcaldía. "Estamos diciendo que no tenemos inconveniente de entrar en una negociación, somos conscientes de la situación, pero sin imposiciones ni amenazas", insiste José Carrasco. Pero el equipo de Gobierno insiste en que ante una situación de emergencia, "donde está la mayor parte del gasto, que es en la plantilla, es por tanto donde más hay que ahorrar".