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Quién es quién en la causa de los trajes

Una decena de personas conforma el círculo de los encargos y pagos de las prendas

María Fabra

La causa de los trajes, incluida en el caso Gürtel, es la menor, por su volumen y trascendencia, de las abiertas a raíz de la trama de corrupción destapada por el juez Baltasar Garzón y vinculada al PP.

Sus escenarios son apenas dos, Valencia y Madrid, los lugares donde se encargaban o se recogían los trajes. Adonde viajaban unos y otros para tomar o que les tomaran medidas. Los protagonistas de los supuestos regalos, que llevarán al banquillo al presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, apenas suman la decena.

 -Francisco Camps, presidente de la Generalitat valenciana y del PP regional: Según todos los indicios, entre 2005 y 2008, recibió hasta 25 prendas de vestir por un valor de alrededor de 12.000 euros que pagó la trama corrupta. “El propósito era el de ganarse, mediante el agasajo, el afecto o favor de las personas obsequiadas”, indica el auto de José Flors que resuelve que Camps debe ser juzgado por un delito de cohecho impropio.

 -Ricardo Costa, diputado y exsecretario general del PP valenciano: Según los indicios, recibió prendas por un valor de algo más de 7.000 euros. La estrecha relación de la trama con los dirigentes del PP se hace evidente, por ejemplo, en una de las llamadas grabadas a Costa en la que pide a uno de los miembros de la red que interceda ante Camps para que lo nombrase consejero del Gobierno.

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-Víctor Campos, exvicepresidente del Gobierno valenciano: Según la investigación, recibió prendas de vestir por un valor de más de 5.500 euros.

-Rafael Betoret, jefe de gabinete de la consejería de Turismo: Las diligencias señalan que sus regalos ascienden a algo más de 13.000 euros. Betoret tenía relación con la trama ya que una de las empresas que la conformaban, Orange Market, fue la adjudicataria del expositor de la Comunidad Valenciana en la feria de Fitur entre 2005 y 2009.

-Francisco Correa, cabecilla de la trama Gürtel: Con decenas de brazos desplegados y un sinfín de sociedades enlazadas, tejió una extensa red de contactos para supuestamente lograr importantes adjudicaciones de administraciones controladas por el PP.

-Pablo Crespo, exsecretario de organización del PP gallego y número dos de Correa: “El precio de las prendas obsequiadas se satisfizo por Pablo Crespo”, señala el auto que lleva esta causa a juicio. La resolución judicial explica cómo Crespo “varias ocasiones al año, bien en metálico, bien por transferencia o mediante entrega de cheques” se hacía cargo del pago de las prendas que se regalaban a Camps, Costa, Campos y Betoret.

-Álvaro Pèrez “El Bigotes”, responsable de la rama valenciana de la trama: Es el “amiguito del alma” de Francisco Camps. Con estas palabras se dirigió el presidente de la Generalitat, en 2008, al que ya era contratista de la administración que aún preside. El Bigotes, según las diligencias, convino con Crespo hacerse cargo del pago de las prendas de quienes, por su indicación, se anotaran en una cuenta abierta a su nombre y para que “no fueran cobradas en caja”, tal como señala el auto hecho público hoy.

-Francisco Ferre, informático: Según su declaración ante el juez, sus jefes le obligaron a manipular la documentación de Forever Young, el establecimiento en el que trabajaba, con el objeto de hacer desaparecer el nombre de Camps de algunos de los encargos realizados y sustituirlo por el de Álvaro Pérez.

-José Tomás, sastre: Comenzó a trabajar en Milano y posteriormente se convirtió en director de la cadena Forever Young. En ambos establecimientos estableció un acuerdo con El Bigotes y con Pablo Crespo para no cobrar las prendas a determinadas personas, anotando, en una cuenta a nombre de Álvaro Pérez, los encargos que “hicieran aquellas personas que acudieran en su nombre”, según las diligencias. Tomás fue citado por Camps, en el hotel Ritz, para que le tomara medidas en un desplazamiento del presidente de la Generalitat a Madrid. También viajó a Valencia “para enseñarles el muestrario, tomarles medidas y anotar pedidos”, según el auto de José Flors.

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