El ministro discípulo y el diputado raso

Antonio Camacho, que ayer tomó posesión de su cargo como ministro de Interior, se ha estrenado hoy en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, mientras su antecesor Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, candidato oficial del PSOE para las próximas elecciones generales, se ha sentado por primera vez en cinco años las bancadas de color granate, la de los diputados sin cargo en el Ejecutivo, dos filas por detrás del presidente del Gobierno.

Camacho, que aparentaba tranquilidad y contestaba con calma, se ha estrenado con una pregunta del Partido Popular (PP) que nada tenía que ver con su departamento, sino más bien por el anterior inquilino de su despacho. "¿Le parece ético que el candidato haya empezado la campaña electoral mientras era ministro?", le han interpelado. El hasta ahora número dos de Rubalcaba ha defendido a su exjefe con un escueto: “No solo parece ético, sino que me parece absolutamente responsable".

El nuevo candidato del PSOE, que al no ser ministro ya no participará activamente en estas sesiones, ha protagonizado sin embargo buena parte de las preguntas que los grupos parlamentarios han dirigido al Gobierno. El PP, de nuevo dirigiéndose a su sustituto, ha recordado que Rubalcaba dijo que en alguna ocasión que España "no se merece un Gobierno que le mienta".

El partido popular, ahondando en esta idea, ha asegurado que el futuro rival de Mariano Rajoy, líder de la oposición, ha justificado "el GAL, no ha dicho nada sobre el chivatazo del bar Faisán y dice que tiene la solución al desempleo". El hasta ahora secretario de Estado de Seguridad ha respondido que en el Ministerio de Interior "respetan el marco legal".

Rubalcaba, protagonista

El nuevo candidato desde el pasado sábado, ya sin posibilidad de hacer uso de su eficaz oratoria en el Congreso, ha centrado buena parte de las intervenciones de la sesión plenaria. Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz parlamentaria del PP, ha criticado la elección de Rubalcaba y, de paso, ha aprovechado para atacar al presidente y al Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "España necesita un presidente y no es tiempo de reciclar un candidato", ha afirmado Sáenz de Santamaría.

En su turno de respuesta, Elena Salgado, que hoy estrena también su cargo de vicepresidenta primera, ha retado a la portavoz popular: "Veo que tienen muchas ganas de debatir con Rubalcaba. Espero que el señor Rajoy siga teniéndolas en campaña".

No solo el PP ha mencionado al exministro de Interior. Joan Ridao, portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha mencionado “un trastorno de personalidad” en el PSOE, con la bicefalia consecuencia de que Rubalcaba sea el candidato del partido a la Presidencia y Zapatero el presidente y secretario general del PSOE. En su asiento en segundo plano, Rubalcaba negaba con la cabeza.

Ridao ha insistido en cuestionar a Rubalcaba y su discurso de proclamación, contraponiendo la política fiscal del Gobierno con las propuestas del candidato: “El PSOE aparece disfrazado de izquierdoso en los mítines y luego, con traje ministro, hace política de bancos”. Zapatero ha contestado con la vista puesta en el futuro y con una respuesta que avala sin fisuras a su sucesor: “Espero que pueda preguntar en el futuro a Rubalcaba cuando esté aquí sentado". Como presidente del Gobierno, se entiende.