"¿Quién es ese García Albiol?"
La mayoría de inmigrantes no conoce al nuevo alcalde de Badalona, que ha iniciado su mandato revisando el censo y dando de baja a 466 personas, la mayoría extranjeras
Xavier García Albiol apenas lleva un mes en el cargo pero sus primeras medidas como alcalde se siguen con atención por la polémica campaña que protagonizó hasta llegar al Ayuntamiento de Badalona. En ella vinculaba, entre otros aspectos, inseguridad e inmigración -está por ello siendo investigado por la Fiscalía-; apuntaba que era necesaria mayor “presión policial” para ahuyentar a los extranjeros que habían venido a “delinquir” y proponía dar prioridad a los vecinos autóctonos en la concesión de ayudas sociales. A pesar de haber centrado el debate político y mediático, buena parte de la comunidad inmigrante en la ciudad no sabe quién es García Albiol y aseguran que sólo se plantearían cambiar de municipio por cuestiones laborales.
Berhanm es etiope, aunque después de vivir durante una década en Cuba parece autóctono de la isla caribeña. Lleva seis años en Badalona y habla castellano perfectamente: “¿Albiol? He escuchado decir a los vecinos que ganó las elecciones poniendo a parir a los inmigrantes pero mientras aquí haya pan y en sus países no, continuarán prefiriendo estar en España”. Berhanm regenta su propia zapatería en la calle de Chile, que concentra a la mayoría de comerciantes de origen extranjero en el barrio de Artigues. “Puede que algún sin papeles decida marcharse a otra ciudad si cree que va a tener problemas, pero generalmente se mudan allí donde les ofrecen trabajo”. Por otro lado, y como él mismo apunta, muchos inmigrantes no dominan el idioma y tampoco siguen los medios de comunicación españoles, de manera que son ajenos al debate sobre su presencia.
Ishfaq está al frente de un restaurante pero ha dejado a un lado la gastronomía de Pakistán, su país de origen, para preparar con su mujer boliviana platos latinos, que cree que tienen más salida en el sur de la ciudad. "¿Quién es ese García Albiol?", pregunta Ishfaq en un esforzado castellano. “He oído comentarios, pero espero que la gente no se crea que hemos venido aquí para robar”. Agobiado por las cuentas del local, solo piensa en darle salida al negocio y cerrar su aventura empresarial para dedicarse a otra cosa. “Me lo traspasaron por 56.000 euros, pero casi no tengo clientes y algunos no pagan o dan problemas. Por ahora puedo enviar a mi familia unos 150 euros al mes, pero ya veremos…”. Como muchos de sus compatriotas, no se plantean volver a su país con las manos vacías.
Tampoco en Llefià y La Salut saben responder a la preguntas sobre el nuevo alcalde. Yunxing es la propietaria de la tienda de frutas y verduras Xing Wang, en la calle de Pau Piferrer. Vive en Badalona desde hace 10 años pero a penas es capaz de comunicarse porque solamente sabe decir en español el nombre de los productos que vende. Su hijo de 13 años le hace de interprete cuando no está en el colegio y asegura que su madre no tiene la más remota idea de quien es García Albiol.
La Salut es uno de los barrios que con mayor fuerza reclamaba mejoras y el actual alcalde supo capitalizar ese descontento durante la pasada legislatura. En 2010, acaparó la atención mediática después de que los vecinos denunciaran el comportamiento incívico de un conjunto de gitanos rumanos. En septiembre del año pasado, la eurodiputada francesa del partido de Sarkozy, Marie Therese Sánchez-Schmid portagonizó junto al entonces candidato a la alcaldía y Alicia Sánchez Camacho un paseo por el barrio en el que grupos de vecinos -algunos ya contactados previamente- explicaban el comportamiento incívico de los gitanos rumanos.
Lourdes, de Angola y al frente del bar La perla negra, espera que la seguridad en la ciudad que ha prometido el alcalde “llegue pronto y para todos. Es cierto que el barrio se ha degradado en cuatro años y es problemático. Pero no creo que los rumanos más conflictivos vayan a marcharse ahora que se han establecido y saben cómo ganarse la vida. Gobierne quien gobierne”.
Las primeras medidas de Albiol
En los últimos días, el nuevo Consistorio ha actuado sobre aspectos que habían generado quejas entre los ciudadanos. Ha intensificado la lucha contra el denominado mercadillo de la miseria en Sant Roc, en el que personas sin recursos vendían objetos recogidos de la basura o sin apenas valor; ha contactado con la comunidad pakistaní del barrio de Artigues para que deje de rezar en la calle y ha eliminado del padrón a 466 personas –el 75% inmigrantes—que desde enero se tenía constancia que ya no vivían en la ciudad. Albiol argumenta que así se cerciorará de que las ayudas sociales se reparten únicamente entre los residentes en Badalona y no habrá lugar para posibles fraudes.
Badalona es la tercera ciudad más poblada de Cataluña con cerca de 220.000 habitantes, de los cuales 32.500 son de origen extranjero. Las comunidades de marroquíes (5.500), pakistaníes (5.500) y chinos (3.800) son las más numerosas según el registro. Los índices de inmigración en el municipio están ligeramente por debajo de los de Barcelona y el conjunto de Cataluña pero la evolución en la última década es evidente: en 2001, los residentes extranjeros no llegaban a 5.000 y suponían el 2,4% de la población total. La medida propuesta por García Albiol de negar las ayudas sociales a aquellos que no lleven empadronados más de cinco o siete años no afectaría a la mayoría de ellos. En 2006 ya había en la ciudad 30.000 extranjeros registrados. En cualquier caso, el debate en la ciudad gira en torno a si esa oleada migratoria se ha gestionado adecuadamente o no hasta ahora.
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