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La voluntad de Zapatero de agotar la legislatura aviva las dudas de Rubalcaba

El consejo de González de que deje ya el Gobierno complica más su decisión

Luis R. Aizpeolea

El debate del estado de la nación ha reafirmado la tesis del presidente José Luis Rodríguez Zapatero de agotar la legislatura y ha reavivado, a su vez, las dudas de su vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, sobre si debe adelantar su salida del Gobierno o esperar a la convocatoria de las elecciones por el presidente del Ejecutivo para dedicarse en exclusiva a preparar su candidatura.

Es un hecho que Zapatero, lejos de salir derrotado y aislado de un debate que se le presentaba muy difícil, ha salido reforzado al contar con el apoyo del PNV, Coalición Canaria y Unión del Pueblo Navarro, suficiente para terminar la legislatura, como pretende.

Los nacionalistas vascos, pieza clave de la estabilidad parlamentaria, se van a sentar con el Gobierno en septiembre para negociar los Presupuestos de 2012. Al PNV le interesa que Zapatero culmine la legislatura para completar el segundo paquete de nueve traspasos a Euskadi, en el segundo semestre del año, que tenía pactado con el Gobierno, y para separar lo más posible las municipales de las generales.

El entorno del vicepresidente en Ferraz le anima a dejar el Ejecutivo

A día de hoy, todo apunta a un agotamiento de la legislatura que Zapatero quiere culminar no solo para completar las reformas, sino para demostrar que no es presidente de un Ejecutivo derrotado. Aunque no puede descartarse del todo un adelanto, dada la volatilidad de la situación económica y política internacional y sus repercusiones nacionales.

En estas condiciones, al vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba se le acumulan las dudas sobre si alargar su presencia en el Gobierno hasta enero, que sería el momento de la posible convocatoria electoral por Zapatero si agota la legislatura, o acortarla e incluso anunciar en breve su salida del Ejecutivo, haciéndola coincidir con su proclamación como candidato el sábado 9 de julio. Una convocatoria próxima de Zapatero, que no está en el horizonte, le facilitaría la decisión.

La recomendación que ayer hizo el expresidente Felipe González a Rubalcaba, en un coloquio de Europa Press, de abandonar el Gobierno inmediatamente, no ha hecho más que complicar aún más su decisión.

El expresidente Felipe González, durante un acto organizado ayer por el Foro Europa Press en Madrid.
El expresidente Felipe González, durante un acto organizado ayer por el Foro Europa Press en Madrid.BERNARDO PÉREZ

Al preguntarle a Rubalcaba en una conferencia de prensa posterior a la reunión del G-6 de ministros de Interior sobre el comentario de González, respondió: “Yo soy una persona que agradece mucho los consejos. No me cuesta escuchar a la gente. Pero que se los ahorre porque sé muy bien lo que tengo que hacer”.

González le complica la decisión a Rubalcaba porque su recomendación pública ha llegado cuando la mayoría de su entorno en Ferraz venía apostando, desde hace días, por la tesis de que hiciera coincidir su abandono del Gobierno con su proclamación como candidato. Algunos, incluso, habían filtrado que probablemente lo anunciaría antes del 9 de julio.

Quienes animan a Rubalcaba a abandonar inmediatamente el Ejecutivo ven pocas ventajas y muchos inconvenientes a su continuidad en él. La ventaja no es otra que la formidable plataforma que le ofrece el Gobierno, en el que, además de ser, tras Zapatero, su miembro más influyente, como vicepresidente, es su portavoz.

Rubalcaba opina de toda la acción del Gobierno y tiene una enorme presencia pública, además de sus habituales ruedas de prensa de los viernes en La Moncloa, potenciada por su reconocida capacidad de comunicación.

El tiempo para desarrollar un perfil propio es una clave de la decisión

Perder la plataforma del Ejecutivo tendrá una primera ventaja para Rubalcaba, como es no verse salpicado por una acción de Gobierno que tendrá que soportar aún algunas decisiones impopulares, dadas las difíciles circunstancias y las incógnitas en que se sigue desenvolviendo la situación económica internacional y nacional.

Pero más importante que este argumento resulta para Rubalcaba, según su entorno, la necesidad de desarrollar su propio perfil político como candidato. Rubalcaba, en la medida que ejerce como vicepresidente primero y portavoz, habla en nombre de todo el Consejo de Ministros. Y, además, habla del presente.

Eso le supone un obstáculo para presentar y desarrollar un proyecto propio como candidato y fijar un horizonte de futuro, propio de un programa electoral, en el que se va a embarcar una vez que sea proclamado candidato el 9 de julio.

Miembros de su entorno de Ferraz argumentan, también, que Rubalcaba debería, en todo caso, estar ya a plena disponibilidad como candidato para la conferencia política del PSOE de fines de septiembre, que dará el pistoletazo de salida del programa electoral.

Estiman que tendrá que hacer, como candidato, una enorme labor de acercamiento del PSOE a sectores muy diversos de la sociedad, y que tendrá que recorrerse España entera para tratar de recuperar el terreno perdido en su electorado por el desgaste de la acción de Gobierno. Creen que, para ello, necesita mucho tiempo y dedicación como candidato.

Las ideas de González

  • "Sí. Ya", respondió Felipe González a la pregunta de si el vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, debe abandonar el Ejecutivo tras haber sido designado candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno.
  • El expresidente ha dicho que si hubiera elecciones generales en octubre se paralizarían las reformas, porque "esperarían a Andalucía", en alusión a las próximas elecciones en esa comunidad.
  • González cree que el debate sobre la conveniencia de adelantar las elecciones es "una tontería, una pérdida de tiempo" y "una banalidad".
  • "A lo mejor" lo más conveniente para el PSOE hubiera sido disolver las Cortes "cuando hubo que hacer el paquete de ajuste", en mayo de 2010. Si se hubieran celebrado elecciones generales entonces y hubiera cambiado el Gobierno, "en este momento estaríamos mucho más atrasados".
  • La crisis económica es más profunda de lo que estiman los dirigentes europeos, porque supone "un cambio civilizatorio".
  • "No podemos seguir viviendo del cuento de lo que fuimos. Seguir siendo lo que fuimos nos obliga a ser completamente diferentes".
  • Algunos dirigentes políticos "no tienen sensación de emergencia. ¿Cuándo la va a tener el PP? Cuando se siente en La Moncloa. ¿Se le quitará al PSOE cuando se siente en la oposición? A lo mejor".
  • Hay que reducir los cuatro niveles de Administración, eliminar las diputaciones y reagrupar los municipios, porque "no podemos soportar" los más de 8.000 existentes.

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