"Vi en agresores ojos del fascismo"
Joan Boada, diputado de Iniciativa (ICV), que entró a la carrera en el Parlament, deplora la agresividad de algunos indignados y critica el operativo policial
Joan Boada (Hostalets d’en Bas, Girona, 1959). Diputado por Iniciativa per Catalunua (ICV-EUiA). Su imagen entrando a la carrera en el Parlamento de Cataluña ha dado la vuelta al mundo. Un día después de los hechos, critica la debilidad del dispositivo policial para proteger a los diputados y el “odio” que vio en los ojos de algunas de las personas que le intentaron agredir.
Pregunta. En las imágenes de televisión se le ve entrando a la carrera en el parque ¿Puede explicar qué pasó antes?
Respuesta. El consejero de Interior; Felip Puig, nos dio instrucciones de llegar a pie. Y eso hice: vine en tren y luego cogí el metro para bajar en la parada del Arc del Triomf. Pero al descender por la calle de Nàpols en dirección a la Ciutadella ya vi que no podría pasar. Alguien me reconoció y me dio mala espina. Iba acompañado de dos o tres diputadas –una de ellas era Hortensia Grau, también de ICV- y mi primera decisión fue separarme de ellas, que habían pasado desapercibidas. Retrocedí e intenté ir por otro camino y durante el recorrido me insultaron, escupieron y tiraron cosas: desde botellas vidrio, latas llenas. Me explicaron que una persona llevaba un candado de moto para agredirme. Tuve mucha sensación de impotencia. Pasó rápido. Tanto que casi no tuve tiempo de tener miedo
P. Usted tampoco es tan conocido ¿Cómo le reconocieron? ¿Quién le dijo lo del candado?
R. Bueno, con que te reconozca una persona ya es suficiente...Durante el recorrido hubo policías de paisano que me protegieron y también dos militantes de Iniciativa. Hubo personas que actuaron con violencia y actitud fascista pero también quiero subrayar que hubo otros muchos que intentaron protegerme hasta que se ve esa imagen en la que salgo corriendo para entrar en la Ciutadella. Antes, un chico con una capucha marrón me marcó con un spray.
P. ¿Le sorprendió lo ocurrido?
R. Aquellas personas concretas que actuaron con violencia y actitud fascista están muy lejos de lo que es el 15-M, que es un movimiento plural y democrático. Y, por cierto, el 90% de las cosas que propugnan está en el programa de ICV. Es evidente que simpatizo con el 15-M.
P. Usted fue director general de Interior ¿Qué le pareció el dispositivo organizado por Felip Puig?
R. Fue un dispositivo muy mal montado. Tenía que haber previsto que los diputados debían de haber llegado protegidos al Parlament y no a la intemperie y sin ningún tipo de protección. Lo más normal es que nos hubieran concentrado y nos hubieran llevado a pie o en vehículos. Encapsulados, que decíamos nosotros.
P. ¿Le pareció bien el uso de los helicópteros para trasladar a Mas y otros consejeros y diputados?
R. Lo que me parece es que a unos se nos dice que no entráramos en coche si no a pie y sin escolta y a otros se les lleva en helicóptero. También había muchas vallas en el interior del parque...Parecía que estuvieran más preocupados por defender el edificio del Parlament que el de las personas.
P. Felip Puig dijo nada más entrar en el Parlament que los hechos demuestran que fue el único que pareció darse cuenta de lo que había ocurrido el 27-M (el día de la carga policial en la plaza de Catalunya)...
R. Eso demuestra su incompetencia para dirigir un departamento de ese tipo...
P. ¿Cree que el movimiento okupa se ha introducido en el 15-M?
R. Los okupas o antisistemas están aquí. Y actúan en Barcelona. Se esconden dentro de cualquier movimiento y actúan con violencia. Todos les conocemos.
P. En cualquier caso, ¿Cree que lo que sucedió ayer es un reflejo de lo desafección de los ciudadanos hacia la política?
R. No lo comparto. Lo que pasó es una situación escandalosa. O sea, para evitar que se apruebe unos Presupuestos que son insolidarios y antisociales, lo que se hace es agredir y no dejar entrar en la Cámara a un diputado que iba a defender una enmienda a la totalidad. No se entiende. Y quiero decir una cosa: no todos los políticos son corruptos y no todos defienden las instituciones de la misma forma.
P. Tras lo sucedido ¿Cómo encaró su intervención en el Pleno?
R. Intenté concentrarme. Lo primero que hice fue lavarme el cuello porque me sentía sucio. Y después me dejaron una camisa que estaba en el grupo.
P. ¿Ha recibido muchas muestras de apoyo?
R. Una barbaridad de mensajes. No exagero: centenares. Y alguno me ha hecho ilusión: desde uno de un amigo que me lo ha enviado de Colombia; el del responsable de Justicia de Canarias o el presidente del Congreso, José Bono, a quien por cierto no conozco. Él está a 600 kilómetros y ha hecho algo que no ha hecho ni Artur Mas ni Felip Puig ni, por supuesto, ningún miembro del Gobierno.
P. ¿Se imaginaba que iba a vivir alguna vez algo así?
R. Pues no. Ya había tenido algún problemilla como secretario de Interior. Pero no había visto tanta violencia, tanto odio. Y con ojos de fascismo: y eso es preocupante.
P. Hay quien lo ha comparado con el 23-F...
R. ¡Por favor! ¡No tiene nada que ver!
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