Pensar la africanidad contemporánea desde un barrio español

Koteba nombra al caracol en la cultura bambara, de la etnia mandinga (habitantes del actual territorio de Malí, Burkina Faso y Costa de Marfil), pero también a un formato de teatro-danza que, justamente, se escenifica imitando los círculos concéntricos de un caracol, que está hecho de percusionistas, bailarinas y narradores que van contando las novedades de lo que ha sucedido en la aldea tras cada cosecha; unas van hacia un lado y los otros, en sentido inverso, como las idas y vueltas de los relatos que nos envuelven y desenvuelven en cualquier comunidad humana.

Esta es una de las formas artísticas que nos acercan, en estos días, creadores y pensadores de Senegal, Burkina Faso y Malí, hasta el 28 de mayo, en teatros de los barrios de tres provincias españolas: Madrid (Móstoles), Albacete y Ourense. Llegan en el marco de la segunda edición del Festival Nómada de Cultura Africana Harmatán, comisariado esta vez por el griot burkinés Hassane Kassi Kouyaté, gestor cultural, director y actor de teatro y cine, procedente de una familia de narradores.

Se trata de una pequeña muestra de la cultura y el pensamiento contemporáneo de un rincón del gran continente vecino, expresados en teatro, cine, música y debates, como el que protagonizaron, justamente, el propio Kouyaté –quien actualmente dirige el Festival de la Francofonía de Limoges– con Smockey, sobre Juventud africana: de la protesta artística al cambio político, el pasado 25 de mayo, en el teatro del Bosque, de Móstoles (Madrid). La charla se reeditará este viernes 27 de mayo, en el Teatro Principal de Ourense.

Smockey es el músico de hip hop Serge Bambara, también actor y, en los últimos años, conocido activista político y cofundador del movimiento popular Le balai citoyen (la escoba ciudadana), una emblemática revuelta de jóvenes que pusieron a Uagadugú del revés, durante las movilizaciones que culminaron, en 2014, con el derrocamiento del expresidente de Burkina Faso, Blaise Campoaré.

“Nuestros objetivos son sankaristas (en alusión al asesinado prócer libertario Thomas Sankara), pero sus ideas y las de otros burkineses que tuvieron una visión clara como Norbert Zongo o Ki Zerbo las traemos al mundo en que vivimos. A sus aspiraciones de integridad, de emancipación y patriotismo que se resumía en ‘consumimos lo que producimos, producimos lo que consumimos’ queremos añadir un proyecto concreto de desarrollo”, expresaba unos años atrás el propio Bambara, a quien tenemos la oportunidad de escuchar en persona esta misma semana.

La cita en el Teatro del Bosque de Móstoles el jueves 26 de mayo fue con un espectáculo de la exquisita danza Koteba, dirigido por Seydou Boro (Burkina Faso). En esta creación, Boro se ha inspirado en un ritual (llamado boûgo) de los enigmáticos yonyonsés, jefes espirituales de una sociedad conectada con el porvenir y capaces de intervenir en los fenómenos naturales para reencauzarlos, pero también de relativizar y/o denunciar actos conflictivos de la propia comunidad, y hacer respetar su palabra por el bien común. Esta puesta de danza se presentará, además, el viernes 27, en el Auditorio Municipal de Albacete.

El 27 de mayo, también, pero en Móstoles habrá música con la premiada compositora e intérprete maliense Djely Tapa (ex Afrikana Soul Sister), que presentará Barokan, un álbum que fusiona sonidos hechos a partir de la sonoridad de los instrumentos del Sahel con blues y electrónica. Sus ritmos reivindican el lugar de la mujer en su castigada nación y la pertenencia irreductible a una gran hermandad africana. Este espectáculo se ofreció, asimismo, en el Teatro Principal de Ourense y en el Auditorio Municipal de Albacete.

En tanto, el sábado 28, quienes se acerquen a Móstoles asistirán a la función de teatro Traces, discurso a las Naciones Africanas, de Felwine Sarr, economista y ex profesor en la Universidad Gaston Berger, de Saint Louis (Senegal), y actual académico en la Duke University de EE UU. Su materia es el pensamiento decolonial; en este caso, a través de una obra producida por el Teatro de Namur, en formato de discurso poético en el que llama a construir un futuro en un continente que cuenta con toda la potencia de su población, el resguardo de las tradiciones de sus ancestros y las posibilidades de sus riquezas naturales.

Tras todas las presentaciones del Festival Harmatán en las tres ciudades se mantiene un encuentro posterior del público con los creadores. El programa completo puede consultarse aquí.

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