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Abebaw Bogale: “A los 15 años ya les parecen mayores. Piensan que cuanto más joven se casa una niña, más sumisa es”

El coordinador de la Alianza Nacional para poner fin a la Mutilación Genital Femenina y el Matrimonio Infantil en Etiopía explica que se mutila a las chicas para asegurar las posibilidades de que contraigan matrimonio

Abebaw Bogale
Abebaw Bogale, coordinador de la Alianza Nacional para poner fin al matrimonio infantil y a la mutilación genital femenina fotografiado en la Casa Árabe, Madrid, en noviembre de 2022.Olmo Calvo
Paula Herrera

“La vida entera de las niñas es violada una vez que se las entrega contra su voluntad”, dice el sociólogo etíope Abebaw Bogale con un semblante firme. Es el coordinador de la Alianza Nacional para poner fin a la Mutilación Genital Femenina y el Matrimonio Infantil en Etiopía y habla, durante una visita a Madrid, de los retos y dificultades que enfrenta su país para erradicar las prácticas que, en sus palabras, encabezan las manifestaciones más extremas de violencia contra la mujer. “Se mutila [a las niñas] para asegurar las posibilidades de que contraigan matrimonio”, explica, y asegura que “a los 15 años ya les parecen mayores. Piensan que cuanto más joven se casa una niña, más sumisa es”. Etiopía, junto con Burkina Faso, la República Centroafricana o Somalia, forma parte de los 20 países en donde ambas prácticas aún se realizan, de acuerdo con la Asociación Mundial para Acabar con el Matrimonio Infantil, Girls not Brides.

Para Bogale, sin embargo, los logros son considerables, pues el país pasó de tener una prevalencia de mutilación genital femenina (MGF) del 80% en el 2000, al 65% en 2016 (la última fecha de la que existe registro). Estas cifras, no obstante, pueden ser una ilusión. “Somos un estado demasiado diverso, tenemos 82 grupos étnicos, cada uno con sus tradiciones, su cultura y sus religiones, y esta multiplicidad hace que las tasas de matrimonios infantiles varíen del 27% en ciertas regiones al 91% en otras”, lamenta. Está sentado en el auditorio de la Casa Árabe de Madrid, donde políticos, diplomáticos y personas vinculadas a la asistencia humanitaria se reunieron el pasado viernes para analizar el rol de la cooperación feminista contra las violencias de las mujeres y niñas en todo el mundo, en un evento organizado por la Cooperación Española.

Ahora, Bogale, a través de la Alianza Nacional, una coalición de organizaciones públicas y privadas, liderados por el Ministerio de la Mujer, controla los avances de la Hoja de Ruta Nacional para erradicar tanto el matrimonio infantil como la MGF, que se ha planteado como meta reducir las cifras de MGF y de matrimonio infantil en un período de cinco años (de 2020 a 2024) y que prevé erradicar a totalidad ambos problemas hasta 2030. “La solución está en un cambio de mentalidad. El problema es que este es un proceso lento”, concreta.

Pregunta. La Hoja de Ruta Nacional plantea que el progreso para eliminar el matrimonio infantil hasta 2030 debería ser seis veces mayor, mientras que para erradicar la MGF debería ser un poco más de siete veces más rápido. ¿Qué es lo que obstruye este proceso?

Respuesta. En 2003 se declaró ilegal la MGF; el matrimonio infantil se prohibió un año después. Existen leyes que las sancionan con tres a cinco años de cárcel, y de seis a ocho años, respectivamente. El problema es que existe una laguna a la hora de aplicar la legislación ya existente. ¿Quién va a detener a los que cometen MGF o matrimonio infantil si la misma policía forma parte de estas ceremonias y fiestas y disfrutan de ellas? Ambas son parte de su cultura, de sus tradiciones, de su forma de concebir la estructura social.

P. ¿Qué más falla?

R. No siempre tenemos a todos los profesionales que necesitamos para ir a capacitar a las distintas comunidades. Se requiere de presupuesto para formar a más personas, para movernos en el territorio y realizar campañas, por lo cual también es difícil que se produzcan estos cambios a la velocidad necesaria. Nuestra meta compite con muchas otras necesidades del país, como garantizar educación, salud, mejorar el sistema agrario, así que el Estado tiende a priorizar otras necesidades, que a la vista parecen más urgentes.

P. Si la policía y los mismos miembros de las comunidades han sido sensibilizados sobre este tema, ¿por qué siguen cometiendo estos delitos?

R. Mucha gente no se opone a dejar de practicar la MGF y el matrimonio infantil, lo que pasa es que tienen mucho miedo. Ambas están estrechamente relacionadas. Se mutila para asegurar las posibilidades de que las niñas contraigan matrimonio. Muchas personas temen que si no llevan a cabo esta práctica sus hijas no se van a poder casar. En varias regiones esto no es una motivación religiosa, sino cultural. Además, negarse a mutilar a una niña pequeña antes del matrimonio puede causar fricciones con la familia del novio y con la comunidad. Otro factor es el económico, cuando un hogar tiene una niña, puede acceder más fácilmente a un préstamo porque saben que al darla en matrimonio van a recibir una compensación económica. Muchas veces los padres se ven obligados a dar a sus hijas en préstamo para poder pagar las deudas que tengan pendientes.

P. ¿Y en qué región esto es una motivación religiosa?

R. Sobre todo en el este del país. Estas son comunidades musulmanas que están en una zona muy concreta del país. Ellos piensan que, si no se lleva a cabo la ablación, esas niñas no se van a casar nunca y temen el castigo divino o no poder contar con el beneficio de dios. Por eso el 90% de las comunidades que se extienden en esta región llevan a cabo la ablación.

P.¿En las zonas del norte y sur de Etiopía las cifras son más bajas?

R. Si, en las comunidades cristianas la cifra oficial es más baja, pero estos datos pueden engañar, porque aquí la ablación se realiza a edades tempranas. Ahí lo común es que se circuncide a la niña a partir de los 15 días de nacida, esto hace que no se informe ni se tengan registros. No se tienen datos oficiales, pero esta práctica se sigue ejecutando. Sin embargo, tanto en las comunidades musulmanas, cristianas, ortodoxas y protestantes se considera que cuando la niña está un poquito desarrollada ya se puede casar. En torno a los 12 años.

P. ¿Y los niños varones también?

R. No, por eso, es muy importante sensibilizar a los hombres porque muchas veces son ellos los que presionan para casarse con niñas, aunque a veces es la madre la que insiste para casarla.

P. ¿Hasta qué edad?

R. Los 15 años, porque a partir de allí ya les parecen mayores.

P. ¿Por qué?

R. Porque piensan que cuanto más joven se casa una niña es más sumisa. Además, intentan evitar que tengan relaciones sexuales con otros hombres.

P. ¿Cómo romper con estas prácticas?

R. A través de la educación a todos los hombres y mujeres de las distintas comunidades del país, contando con el apoyo de los representantes de las comunidades, de los líderes religiosos, de la policía. Sobre todo, debemos fortalecer el empoderamiento de las niñas. Aquí el papel principal lo tienen que desempeñar las mujeres.

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