Cuando una mujer se cura

En la localidad de Chilega, en Malawi, vive Elida Howa, una superviviente. Cuando fue diagnosticada de cáncer de cuello de útero se deprimió, cuenta, porque pensó que iba a morir. “Pero, a pesar de todo, decidí luchar”. Lo cuenta hoy, totalmente recuperada, en el cuarto y último episodio de Las mujeres de Blantyre, un documental producido por Médicos Sin Fronteras en Malawi para abordar las causas de la alta tasa de mortalidad de este tipo de cáncer en el país.

Elida pasó por quimioterapia y sufrió sus efectos secundarios. Se debilitó y empeoró tanto que comenzó a recibir cuidados paliativos, preparándose para lo peor. Pero una nueva medicación le devolvió la salud lo suficiente como para poder someterse a una cirugía en el hospital central Queen Elizabeth de Blantyre, la capital regional, donde MSF desarrolla desde 2018 un programa de atención a pacientes de cáncer de cuello de útero.

Flora Chiguduli también se recuperó después de que una histerectomía le salvara la vida, pues su cáncer estaba muy avanzado que no había otro remedio que practicar esta cirugía. Se la podría haber ahorrado de haber sido diagnosticada con anterioridad, pero no fue así porque ella no conocía la existencia de este tipo de dolencia. Ahora, recomienda a todas las mujeres que se hagan revisiones médicas.

Otras mujeres no han llegado aún a este punto. Una de ellas es Ennerti Williams, de quien hablamos en el primer episodio de este documental. Ella sigue esperando: necesita radioterapia, pero este servicio aún no se encuentra disponible en Malawi. El siguiente paso en el programa de MSF es facilitar el traslado de pacientes a países vecinos como Zambia, donde sí disponen de las instalaciones y del equipamiento necesario, pero la pandemia de covid-19 está teniendo un fuerte impacto en el sistema de salud y ha causado estragos en las actividades médicas de nuestra organización en el país. Durante meses, las operaciones quirúrgicas se limitaron a los casos más urgentes y se suspendieron las visitas domiciliarias a los pacientes de cuidados paliativos, pues se tenía que hacer todo lo posible para minimizar el riesgo de transmisión del coronavirus.

Poco a poco se está retomando el ritmo normal en las actividades, y una de las prioridades es poner en marcha cuanto antes estas derivaciones transfronterizas para pacientes de radioterapia. Sin embargo, todavía queda trabajar en algunos detalles administrativos y logísticos, por lo que no se podrán llevar a cabo hasta principios de 2021. Ennerti todavía está relativamente bien, pero durante estos meses de pandemia su cáncer ha empeorado y ya no puede permitirse esperar mucho más.

Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter, Facebook e Instagram, y suscribirte aquí a nuestra ‘newsletter’.