_
_
_
_
COLUMNA
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Tendremos moros ‘indepes’

Que el Gobierno deje la cuestión de la inmigración en manos de los nacionalistas etnicistas es un grave error

Dos mujeres musulmanas caminaban en mayo de 2024 delante de un escaparate con banderas independentistas catalanas en Figueres (Girona).
Dos mujeres musulmanas caminaban en mayo de 2024 delante de un escaparate con banderas independentistas catalanas en Figueres (Girona).Albert Garcia
Najat El Hachmi

Junts está adoptando enterito el discurso trumpista sobre inmigración, achacándole a esta todos los males de la sociedad. Y no es por la presión de Aliança Catalana, la xenofobia ya formaba parte de su ideario mucho antes de que apareciera la de Ripoll. Disimularon un rato durante los años del procés porque la independencia era prioritaria. Una de las razones que se esgrimían para querer la separación de España, de hecho, era poder tener un mayor control sobre quienes llegaban a estas prósperas tierras. Nunca han reconocido que Cataluña no sería nada sin la aportación humana de quienes venían de “fuera” porque eso sería admitir que esa riqueza de la que tanto alardean desde el siglo XIX se debe a la fuerza de los trabajadores y que sin ellos no tendrían nada.

Que el Gobierno deje la inmigración en manos de nacionalistas etnicistas es un grave error que pagaremos todos cuando Pedro Sánchez ni se acuerde de este comienzo de 2025. Cuando Zapatero cedió a los ayuntamientos los informes de arraigo e idoneidad de la vivienda imprescindibles para la obtención del permiso de residencia y el reagrupamiento familiar en muchos sitios se hizo un uso responsable de este poder, pero en otros se convirtió en un instrumento para expulsar a los extranjeros. Acuérdense del alcalde de Vic, que no dejaba que se empadronaran los inmigrantes. Pero ceder inmigración a Junts no es solo perjudicial para los nouvinguts, también tendrá graves consecuencias en la incorporación de estos a la sociedad. Lo que está haciendo el Estado es renunciar a los nuevos ciudadanos cediéndolos al gobierno autonómico para que haga con ellos lo que quiera, y en caso de que Junts vuelva al poder lo que se fomentará es una integración en esa catalanidad inventada y pura. Se les confrontará con el Estado cuya nacionalidad aspiran a obtener porque según el nacionalismo no se puede ser catalán y español a la vez. Y el problema no es solo Junts. ERC no es excluyente en lo identitario pero sí en lo ideológico. Para ellos se puede ser catalán sin ni siquiera hablar el idioma, basta con ser independentista. El objetivo de Junqueras era la base numérica del soberanismo para conseguir la secesión aprovechando el aumento de la población extranjera. Por eso su diputada con velo daba charlas en mezquitas y transmitían a los musulmanes catalanes la idea de que España es más racista que Cataluña. Así que en el futuro no se extrañen cuando los que pidan salir de España sean moros indepes. Habrán nacido hoy y no en unos años.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_