_
_
_
_

La mayoría progresista del Parlament acusa a Junts de resquebrajar el cordón antifascista por su tibieza hacia Aliança Catalana

El partido de Puigdemont, que niega incumplir el pacto, se ha abstenido en dos votaciones de la formación ultra, que no han prosperado

Camilo S. Baquero
La cúpula de Junts en el Parlament y el secretario general del partido, Jordi Turull (centro), en unas jornadas de la bancada el mes pasado.
La cúpula de Junts en el Parlament y el secretario general del partido, Jordi Turull (centro), en unas jornadas de la bancada el mes pasado.David Zorrakino (Europa Press)

Hace dos legislaturas que, salvo el PP, las formaciones con representación en la Cámara catalana se han conjurado para bloquear la actividad parlamentaria de la ultraderecha. En el anterior periodo, el veto a Vox funcionó sin problema. Sin embargo, la llegada, desde el año pasado, de la formación ultra independentista Aliança Catalana ha añadido turbulencias al acuerdo, que se amplió entonces para que también incluyera a este partido. La decisión de Junts, la semana pasada, de abstenerse en una propuesta del partido de Sílvia Orriols es vista por casi todos los partidos como un incumplimiento y piden a la formación que lidera Carles Puigdemont menos tibieza. Junts niega que haya roto el cordón y ven una campaña en su contra por la negociación del traspaso de competencias en inmigración. De fondo está el futuro del Ejecutivo municipal de Ripoll, a la espera de si una suma alternativa desbanca finalmente a Sílvia Orriols, líder de Aliança Catalana (AC).

El partido de Orriols, con dos diputados, llevó a la Junta de Portavoces de la semana pasada una propuesta de texto que condenaba el ataque que habían sufrido militantes suyos en una carpa instalada en Barcelona. PP y Vox (26 diputados) lo apoyaron, mientras que PSC, CUP, los comunes y ERC (107) votaron en contra. Junts (35) se abstuvo. La explicación sobre ese posicionamiento llegó en una intervención posterior del diputado Agustí Colomines, en el debate de una moción de AC sobre la radicalización islamista, que Junts votó negativamente el pasado jueves. “Condenamos todos los actos de violencia, por parte de la policía o de un grupo de extremistas en Les Corts”, defendió.

El pacto antifascista, reeditado en julio del año pasado, obliga a sus firmantes (PSC, CUP, los comunes, ERC y Junts) a “no normalizar ni legitimar la acción política de las formaciones de extrema derecha”. Para ello, “no se suscribirá ninguna iniciativa conjunta” con las formaciones de extrema derecha -que el texto no menciona específicamente- ni tampoco se “buscará su apoyo para tumbar o hacer prosperar iniciativas”. Precisamente, Junts se aferra en el hecho de que no saliera adelante el texto para justificarse. “No hemos roto el cordón”, aseguró el pasado martes la portavoz parlamentaria del partido, Mònica Sales, que acusó a otros partidos que darle con estas polémicas más minutos de presencia al partido ultra en la Cámara.

El malestar desatado por la votación lo terminó de alimentar unas declaraciones del expresident Artur Mas, el pasado fin de semana, asegurando que se debe poder dialogar con Aliança Catalana como se había hecho en su día con los anticapitalistas de la CUP. “Abstenerse es normalizar la acción política, aunque no sirviera para que prosperara la declaración”, considera la portavoz de ERC, Ester Capella. Ese voto, añade la republicana, “no solo deja de lado al resto de partidos y entidades con quien has buscado hacer frente común, sino que abre las puerta a blanquear nuevos pasos a partir de ahora”.

Desde las filas de la CUP, Pilar Castillejo asegura que Junts ha vuelto a romper el cordón antifascista. Y en las de los comunes, piden más contundencia en el cumplimiento de lo acordado. “Junts tiene mucho miedo electoral y eso hace que acabe comprando algunos discursos y termine siendo tibio en sus posicionamientos”, aseguró la líder parlamentaria de esa formación, Jéssica Albiach.

Las críticas a Junts también llegan del principal partido de la Cámara, el PSC y de las entidades antifascistas que en su día ya llamaron la atención a la formación que preside Carles Puigdemont por abstenerse en una propuesta de resolución que Aliança Catalana presentó durante el debate de política general. “Este camino ya lo conocemos. Junts está empezando a hacer con Aliança lo que el PP hace con Vox”, critica la portavoz socialista Elena Díaz.

En el PSC advierten de que Junts se alinea con posicionamientos de Vox y a Aliança Catalana en temas muy diversos. Por ejemplo, en sembrar dudas sobre el papel de UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos que atiende la crisis humanitaria en la Franja de Gaza. Este jueves se debate en la comisión de Exteriores de la Cámara una resolución que pide al Govern el apoyo a esa organización y el primer grupo de la oposición ha enmendado el texto pidiendo que esa ONG garantice que ninguno de sus colaboradores “tenga vinculación alguna con organizaciones terroristas”. Esa supuesta relación, que es la tesis del Gobierno de Israel, es usada frecuentemente en mensajes en X por la propia Orriols y por Vox, que tildan a UNRWA de “ONG controlada por Hamás”.

La comisión de seguimiento del pacto antifascista, explican algunos de sus miembros, ha tomado nota de la votación de Junts y se pronunciará en los próximos días. En octubre pasado, cuando los de Puigdemont se abstuvieron en una propuesta de resolución de AC en el debate de política general y que pedía “restituir formalmente el Estado catalán como Estado independiente y soberano”, reactivando la Declaración Unilateral de Independencia de 2017. La comisión emitió entonces un comunicado en el que recordaba que el pacto implicaba “rechazar sistemáticamente toda propuesta procedente de los partidos de extrema derecha, independientemente de su contenido”.

Las negociaciones para intentar pactar un Gobierno alternativo en Ripoll que desbanque a Sílvia Orriols de la alcaldía llevan a que se extreme el cuidado en los posicionamientos, aceptan en la comisión. Jordi Turull, número dos de Junts, aseguró ayer en una entrevista al programa Cafè d’idees de La2 que hay una campaña en contra de su partido para acercarle a los postulados de AC y que eso coincide con su negociación con el Gobierno sobre el traspaso de las competencias en inmigración. “Estamos concentrados en hacerlo bien, no en los otros. Nuestro intento de acuerdo debe ser con quien gobierna, no con quien no está”, aseguró sobre la relación los la formación de Orriols.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_