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Susanna Griso, Iker Jiménez y el odio racista

El problema más grave no son los panfletos escuálidos que difunden bulos, sino los grandes nombres de los grandes medios de los grandes grupos que lo hacen

La presentadora de 'Espejo Público', Susanna Griso, en un momento del programa de junio de 2023.
La presentadora de 'Espejo Público', Susanna Griso, en un momento del programa de junio de 2023.

¿Por qué crece la extrema derecha? ¿Por qué hay más racismo? ¿Qué genera ese odio? ¿Tienen los medios de comunicación alguna responsabilidad? Les voy a contar un cuento. El 27 de junio, en Espejo Público, el programa matinal de Antena 3 (Atresmedia, Grupo Planeta) su presentadora Susanna Griso, rodeada de cuatro tertulianos, dice: “Vamos con imágenes impactantes que nos llegan desde Málaga. Un joven mantiene relaciones sexuales (ahí hace una pausa para ponerle énfasis) con un animal”. El rótulo dice “Zoofilia en Málaga”. Entonces se ve un video en el que un joven mantiene relaciones sexuales con una joven, no con un animal, mientras otros, se supone que amigos, le cantan desde lejos. Si se va deteniendo el video se ve incluso en algunos momentos la cabeza de la joven. Griso recuerda entonces el caso de una cabra violada y dice que “estamos viendo que esto es algo bastante más habitual de lo que pensábamos”. Pero en el video el joven no mantiene relaciones sexuales con un animal sino con una joven. En la vida real son solo dos chavales pasándolo bien. En un plató de televisión es material para discutir un rato, aunque sea mentira.

Al día siguiente, Julián Macías Tovar, activista contra la desinformación, explica en X que el video era antiguo, que se había visto mucho en Málaga y que había sido difundido por conocidas cuentas de ultraderecha. En una de esas cuentas, que Espejo Público cita como fuente del video, uniéndose así a la teoría falsa de que era un joven extranjero, se dice: “Ahí tenéis al magrebí de turno celebrando el ascenso del Málaga. A ver quién adivina qué se está percutiendo”. La misma cuenta celebraba haber sido citada en el programa de Griso con un texto que decía: “Todos los moros no son terroristas. La mayoría solo vienen (el error ortográfico es suyo) a robar”. Espejo Público le había dado difusión a esa cuenta ante su audiencia, una de las más potentes de la televisión en España. Macías Tovar recuerda que bulos similares, de supuestos jóvenes magrebíes teniendo sexo con animales, ya fueron difundidos en el pasado, incluso por un individuo con acreditación de prensa en el Congreso de los Diputados. Y que Espejo Público ya usó imágenes del videojuego ArmA 3 como si fueran imágenes reales de un bombardeo ruso sobre Ucrania. Porque todo vale.

Libelos escuálidos difunden bulos a diario, muchos de ellos racistas. Pero el problema más grave no son esos panfletos, sino los grandes nombres de los grandes medios de los grandes grupos difundiendo bulos que sirven para alimentar ese odio. Días después de que Macías Tovar explicara de dónde había salido el bulo, ni la cuenta en X de Espejo Público ni la de Susanna Griso habían dicho nada al respecto. Sus cinco minutos de telebasura mentirosa ya habían sido emitidos. El daño ya estaba hecho. Un mínimo trabajo de verificación hubiera evitado la difusión del video. O un mínimo de escrúpulos y respeto a la profesión. Ninguno de sus cuatro tertulianos, entre ellos el periodista Rubén Amón, tuvo la idea de afear su emisión. Ni una crítica. Era solo un ingrediente más para la tertulia, porque de algo hay que hablar.

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En Horizonte, programa que presenta Iker Jiménez en Tele5, del grupo Mediaset, contaron que un grupo de adolescentes magrebíes había abusado de unas niñas. También era falso. Fermín Bonet, comisario de Policía de Petrer (Alicante), la localidad donde ocurrieron los hechos, explicó a la Cadena Ser que se trataba de cuatro varones españoles de 16 y 17 años. Los tertulianos menos ultraderechistas del programa eran, ese día, personas que están o estuvieron a sueldo de Vox. El resto era aún más ultra. Se está inyectando tanto odio contra los jóvenes magrebíes desde algunos medios que sus responsables ya piensan que pueden decir que tienen relaciones con una cabra sin tener siquiera que mostrar a la cabra. O inventarse su nacionalidad, como hicieron en Horizonte. Jiménez decía el mismo día que lo del “racismo y el fascismo es una milonga que empieza a estar muy sobada”, a pesar del apestoso tufo a odio racista que emite su programa, como el de Susanna Griso.

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