No quiero discutir más con mis amigos
Los lectores escriben sobre la gestión de las ideas políticas, los asesinatos machistas, la homofobia y el acuerdo para renovar el CGPJ
No tenemos educación en política. Nunca nos enseñaron a gestionar el disenso, ni a ponerlo en valor, ni a plantearlo, ni a soportarlo. ¿Por qué tanta crispación? ¿Por qué conmigo o contra mí? ¿En qué momento dejamos de poder discutir las cosas? Siento que no quiero hablar de política porque la gente critica las políticas de unos y otros sin haber leído un programa nunca. Sin haber leído una mísera ley. En tiempos de desinformación aguda, la gente sigue creyendo discursos sin saber de qué hablan. Y al mismo tiempo, la discusión política entre iguales son migajas de un pan que se come en otras esferas. Migajas que comen trabajadores obreros mientras defienden a quienes precarizan su vida. Migajas de pan quemado en los hornos de quienes acumulan poder. Cortezas de cabezas duras y un topping de harina con olor a falta de educación. Carbohidratos que sobran en una dieta de profunda precariedad para los jóvenes. No quiero discutir más con mis amigos sobre política. No sabemos.
Eugeni Mataix Albiñana. Castalla (Alicante)
No dejan de matar
A 29 de junio son ya 19 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas. La irracionalidad sigue vigente en el cerebro de algunos individuos, asesinos, cuyos comportamientos criminales son difíciles de entender. Son muchas las acciones puestas en marcha por el Gobierno pero son insuficientes y es necesario que todas las fuerzas políticas y el apoyo ciudadano se impliquen y se esfuercen en tratar de erradicar esta lacra social. La mujer no debe reparar en denunciar de inmediato ante cualquier atisbo de maltrato de su pareja y demandar el apoyo de las instituciones para tratar de evitar el dolor del maltrato y la muerte.
José-Benigno Pérez Rico. Madrid
Él era gay; mi amigo, maricón
En estas fechas recuerdo el instituto. Yo era fuerte, con personalidad y carácter. Mi amigo era homosexual, era débil y tenía baja autoestima. Convivíamos con un grupito con tendencia a rebajar y denigrar a los demás. Defender a mi amigo de ellos me hizo familiarizarme con las paredes del despacho del director. Cuando acabó esta epopeya, uno de los integrantes de ese grupo se declaró abiertamente gay —nada que no supiésemos—. Y esos jugones ensalzaron su heroica figura y le apoyaron en su gesta contra la sociedad, portando la bandera “con orgullo”. Aún me cuesta comprender por qué su amigo era gay y el mío, un maricón.
Paloma González García. Elda (Alicante)
El acuerdo sobre el CGPJ
Si el acuerdo para renovar el CGPJ es igual que el de hace dos años, ¿por qué han esperado tanto para renovarlo? ¿Ha querido el PP que pasara este tiempo para que se olvidara que el acuerdo se hizo en tiempos de Pablo Casado? Si España es un país soberano, ¿por qué el PP ha solicitado la mediación de la Unión Europea para llegar a un acuerdo que ya estaba hecho? ¿Es esto patriótico? Si el Parlamento se elige por votación popular y el Gobierno lo elige una mayoría del Parlamento, ¿por qué el Poder Judicial quiere una elección endogámica? ¿Quién les controla a ellos?
Alicia Recio del Pozo. Toledo
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