Biden advierte a Netanyahu
El primer ministro israelí desafía abiertamente a su principal valedor y mantiene la amenaza de invasión sobre Rafah
La desmesurada ofensiva militar desencadenada por Benjamín Netanyahu sobre la franja de Gaza ha llevado las relaciones entre los Gobiernos israelí y estadounidense a una tensión inédita. En apenas ocho meses de castigo generalizado a la población civil de la Franja el primer ministro israelí ha cruzado injustificadamente el umbral de lo tolerable en la legítima defensa tras los atentados de Hamás. El rechazo internacional generalizado a sus acciones ha alcanzado incluso al apoyo de su aliado histórico y principal valedor, en parte porque la guerra de Gaza ha entrado de lleno en la política interna estadounidense.
De manera progresiva, el presidente Joe Biden ha ido endureciendo el tono de sus referencias a la estrategia israelí en Gaza que ya ha causado más de 34.000 muertos. Tras un momento inicial de apoyo incondicional a Israel, el pivote estratégico de EE UU en Oriente Próximo, el mandatario comenzó a hacer referencias cada vez más explícitas a la obligación de respetar la vida de los civiles, y después sobre la urgencia de permitir la entrega de ayuda humanitaria. Esa retórica pasó a los hechos al implicarse EE UU en la ayuda y en la presión para lograr un alto el fuego.
Netanyahu desafía cualquier cuestionamiento interno y externo de su estrategia, y eso incluye al presidente de EE UU. “Si tenemos que estar solos, estaremos solos”, dijo el jueves, después de que Biden advirtiera de que podría dejar de suministrar armas a su aliado si se produce una invasión total de Rafah, donde se hacinan 1,5 millones de personas que no tienen a dónde ir. El Departamento de Estado expresó el viernes su preocupación de que Israel haya incumplido la legalidad internacional en Gaza.
La tensión es evidente, no tiene precedentes recientes y va más allá de las palabras. El auge de las protestas universitarias propalestinas por todo EE UU son una muestra de un malestar real. Aunque su efecto político sea aún difícil de medir, la posibilidad de que derive en un castigo al candidato demócrata coloca a Joe Biden ante la tesitura de mostrar a su ciudadanía que Netanyahu no impone la política exterior estadounidense en Oriente Próximo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.