Reforzar las matemáticas
Los estudios demuestran que el sistema educativo es incapaz de corregir las carencias y mejorar el nivel en una materia determinante en la vida
Todas las asignaturas importan, pero pocas como las matemáticas tienen un impacto tan determinante en las decisiones de futuro de los estudiantes. Es clave en muchas disciplinas y la llave para acceder a las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, en sus siglas en inglés). El último informe PISA de la OCDE certifica un nuevo retroceso en España de ocho puntos en matemáticas y de 13 respecto al mejor resultado, alcanzado en 2015. Desde entonces no deja de retroceder. En este contexto, adquiere especial importancia un estudio de la Fundación Bofill de Barcelona según el cual prácticamente ningún alumno que vaya mal en matemáticas en sexto de Primaria mejora durante la ESO y al revés: gran parte de los que van bien, empeoran. Eso significa que el sistema educativo es incapaz de corregir las carencias y mejorar el nivel en una materia tan importante.
El estudio ha analizado los resultados de 115.000 alumnos en las pruebas oficiales de competencias básicas que se realizan en Cataluña en sexto de Primaria y cuarto de la ESO y sus resultados son extrapolables al conjunto del país. Nueve de cada 10 alumnos que tenía nivel bajo en Primaria, siguieron teniéndolo bajo en Secundaria. De los que tenían nivel alto, solo el 44,7% lo mantenía al final de la ESO y de los que tenían un nivel medio, el 59% acababa en un nivel bajo. En conjunto, entre un ciclo y otro se invertían los resultados: si al acabar la Primaria los porcentajes de alumnos con nivel alto, medio y bajo eran del 59%, el 29% y el 12%, al finalizar la Secundaria eran del 28,6%, 33,2% y 38,2%, respectivamente.
Estos resultados suponen un serio cuestionamiento de la docencia de las matemáticas y por ello sus autores proponen un cambio drástico: una ratio de 10 alumnos por clase en esta materia en lugar de los 25 actuales, y en el caso de los centros de alta complejidad, donde se dan los peores resultados, de cinco, para permitir una enseñanza más personalizada. Hay que tener en cuenta que, según el último informe PISA, los alumnos con nivel socioeconómico alto superan en 86 puntos en matemáticas a los de las familias de renta baja, el equivalente a dos cursos.
Es una propuesta que debe ser considerada. Resignarse a seguir empeorando no es una opción. Obviamente, el coste puede ser elevado, pues implica doblar el número de profesores. Y habría que afrontar la dificultad de reclutar docentes bien preparados. Hay muchas razones para aplicar medidas urgentes: las matemáticas son cada vez más importantes para poder manejarse en la vida, son la llave de acceso a las profesiones científicas y tecnológicas con más salidas y mejor remuneradas, y su uso será cada vez más necesario. Estudios neurológicos recientes han demostrado además que estudiar matemáticas es un entrenamiento que aumenta la plasticidad cerebral y mejora el aprendizaje de otras materias.
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