_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Feminismos

Teresa Giménez Barbat ha escrito un libro a contracorriente, es decir, ilustrado, en el que repasa los principales dogmas de la ideología feminista

Una manifestante levanta las manos construyendo un triángulo, uno de los gestos feministas más populares, durante una manifestación en Madrid.
Una manifestante levanta las manos construyendo un triángulo, uno de los gestos feministas más populares, durante una manifestación en Madrid.SOPA Images (LightRocket via Getty Images)
Fernando Savater

Nada contribuye más a la claridad y firmeza de las ideas que la ignorancia. El escepticismo y las dudas no vienen con la edad o el elitismo contrariado, sino con el estudio o la experiencia. Lo que el devoto llama “traición” es sólo el derecho a ser hoy menos tonto que ayer. El feligrés, en cambio, se enorgullece de no aprender jamás. Teresa Giménez Barbat ha escrito un libro a contracorriente, es decir, ilustrado: Contra el feminismo (Pinolia). Si alguien podría proclamarse sin disputa feminista es ella, antropóloga, escritora, cofundadora de Ciudadanos y eurodiputada. Su preocupación siempre ha sido la sinergia entre humanismo y ciencia: durante su estancia en Bruselas organizó seminarios muy interesantes en esa línea. Ha leído todo lo imaginable y elige bien sus maestros, como el gran Thomas Sowell (si les gustan las paparruchas denle fuerte a Judith Butler y Paul B. Preciado, pero si prefieren aprender lean a Sowell, que hasta es negro y todo).

Giménez Barbat repasa los principales dogmas de la ideología feminista, como el heteropatriarcado, la victimización sempiterna de las mujeres, la violencia de género, el movimiento queer y sus exigencias, la brecha salarial y laboral, la realidad y el porqué del dimorfismo sexual, etc... Su aproximación a estas cuestiones es una sabia combinación de nociones científicas básicas (no hallazgos especulativos), sólido sentido común (que ya sabemos que es reaccionario pero funciona mejor que el delirio) y ciertos toques de humor. El resultado no es otra colección de dogmas para sustituir a los descartados, sino una valoración conjunta de tradición y novedad social que permite quedarse con lo preferible de ambas esferas. Un libro combativo pero útil, sin estridencias innecesarias. Ojalá tuviésemos algo parecido sobre el cambio climático y sus remedios. Podría animarse a escribirlo el Nobel John Clauser o Sultán al Jaber, cualquiera menos Antonio Guterres...

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_