El silencio sugiere tolerancia
Los lectores escriben sobre el aumento de los feminicidios en España, el papel de Europa en el conflicto palestino-israelí, la competición entre ciudades por el mayor árbol de Navidad y la adicción a las pantallas
A menos de un mes de acabar el año, en España ha habido ya 55 mujeres asesinadas por violencia de género. Esta cifra es la representación más cruel de la realidad que compartimos. El asesinato es, obviamente, el peor de los finales que puede tener cada uno de los episodios machistas que sufrimos la mayoría de mujeres, pero no hace falta ir tan lejos, ni encontrarse en una situación de tanta brutalidad, para ser una víctima. El machismo es un componente intrínseco de nuestra sociedad y, a veces, resulta difícil denunciar situaciones en las que la manifestación de comportamientos machistas es mínima y, llegados a este punto, normal. Así pues, a menudo, la respuesta ante estas manifestaciones acaba siendo el silencio, motivado por pensamientos como: “Igual no es para tanto” o “quizás me lo estoy imaginando”. El silencio es el mejor aliado del machismo puesto que permite su perpetuación. Por eso, si algún propósito tenemos que adoptar para 2024 es el de nunca callar ante cualquier expresión de machismo, por mínima que sea.
Julieta Mir Roca. Barcelona
Europa y el conflicto palestino-israelí
Fueron países europeos quienes se repartieron Oriente Próximo tras la caída del Imperio otomano en una traición a los árabes con el pacto Sykes-Picot. Fue un país europeo el que alentó “el establecimiento en Palestina de un hogar para el pueblo judío” con la Declaración Balfour. Fue un país europeo quien emprendió un genocidio contra ese mismo pueblo durante la Segunda Guerra Mundial e incluso fue un imperio europeo quien destruyó Jerusalén y provocó la diáspora judía. Ahora, cuando el sufrimiento en la región es intenso, Europa ofrece una respuesta tibia, fragmentada e insuficiente. En el momento decisivo, Europa se pone de perfil.
Rafael García Pérez. A Coruña
Competición navideña
Un combate singular se ha desatado entre diferentes ciudades españolas con la inminente llegada de la Navidad. La contienda se desarrolla en dos fases. La primera, lumínica, consiste en el despliegue de millones de luces led por avenidas, calles, callejuelas, plazas y plazuelas, con las que parece que no solo se pretende atraer a millones de ciudadanos del planeta, sino poder contactar con alguna civilización alienígena. La segunda, no menor, estriba en plantar el pino-abeto de mayor tamaño; un ochomil a la altura del Cho Oyu, a mayor gloria de burgomaestres y regidoras. Entramos en tiempo de paz y de amor, pero con la vista puesta en mayo de 2027, que los turrones vuelan y las poltronas consistoriales, también.
F. Javier Santos Pérez. Santiago de Compostela
Idiotizados por las pantallas
Vivimos frente a una pantalla, mientras esquivamos miradas, evitamos saludos y preferimos usar la cámara del móvil a un espejo para mirarnos, priorizando construir un perfil virtual que se aleja de nuestra realidad, buscando el reconocimiento interactivo explícito. Sin duda, nuestra tercera mano nos ha traído muchas facilidades, pero esta nos aleja inexorablemente de la tangibilidad de momentos y de la vida misma. Esta carta es una invitación a la reflexión sobre el aprovechamiento de nuestro recurso más valioso: el tiempo.
Rosa Benítez Moreno. Sevilla
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