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Anatomía de Twitter
Columna
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Elon Musk y su papel en la invasión de Ucrania

El magnate ayuda con los satélites de Starlink a las comunicaciones de Kiev mientras facilita la injerencia y la propaganda rusa en Occidente

Elon Musk hace un gesto de triunfador en una conferencia en París el pasado junio.
Elon Musk hace un gesto de triunfador en una conferencia en París el pasado junio.Chesnot (Getty Images)
José Nicolás

Dificultar y espiar las comunicaciones del enemigo es uno de los primeros objetivos de cualquier bando durante un conflicto armado. Pocos días después del inicio de la ofensiva rusa sobre Ucrania, el sistema de telecomunicaciones de Kiev colapsó. El ministro de Transformación Digital ucranio, Mikhailo Fedorov, pidió ayuda a Elon Musk con un mensaje en la entonces Twitter (ahora X) para que les proporcionara cobertura de su red de satélites Starlink. Horas después, el magnate se comprometió a garantizar el funcionamiento de las redes de telefonía móvil e internet en el país invadido. Gracias a Musk, los ucranios pudieron seguir conectados y luchar para frenar el avance del Ejército ruso.

En las últimas semanas se ha dicho que Musk apagó la red Starlink para frustrar un ataque ucranio contra la flota rusa en el mar Negro. Así lo afirma Walter Isaacson, autor de biografías de Da Vinci, Einstein o Steve Jobs, en su libro sobre el magnate, publicado recientemente. El propio Musk puntualizó ese dato, obligando a Isaacson a rectificar. “Hubo una solicitud de emergencia del Gobierno para activar Starlink hasta Sebastopol. La intención era hundir la flota rusa. Si hubiera aceptado la solicitud, SpaceX habría sido cómplice de un acto de guerra y de una escalada del conflicto”, tuiteó. El magnate no frenó ningún ataque contra Rusia, sino que no activó una ampliación de su red satelital para facilitar el ataque y, así, evitar su responsabilidad directa en la guerra.

Pero no siempre los movimientos de Elon Musk respecto a la ofensiva rusa han sido del lado de los invadidos. En octubre de 2022, publicó en Twitter su plan de paz para el conflicto. Pasaba por la celebración de consultas en los territorios ocupados por Rusia (“Que Rusia se marche si ese es el deseo del pueblo”) y la cesión de Crimea a Moscú. También llegó a decir que mantener los satélites le estaba costando demasiado y que, si EE UU no pagaba la factura, los desconectaría. Luego se retractó.

La última polémica ha surgido esta semana debido a, cómo no, una publicación en X en la que repite lo que piden algunos sectores ultraconservadores: frenar la ayuda a Ucrania. Musk transformó un meme usado para representar frustraciones poniéndole la cara de Volodímir Zelenski con el mensaje: “Cuando han pasado cinco minutos y no has pedido mil millones de dólares en ayuda”. El martes por la mañana, el tuit había conseguido cerca de 80 millones de reproducciones y había sido compartido más de 85.000 veces. Entre los comentarios, muchos aplausos, pero también críticas: “Soy un gran seguidor de sus logros. Pero lo que está sucediendo en Ucrania no es monetario. Están luchando contra un imperialismo renacido y renunciando a sus vidas para que nosotros no tengamos que luchar. Sin su apoyo, los rusos romperán las líneas de defensa y estarán pronto muy cerca de la UE”, escribe @piotr_buszmanMD. Y @ulrichspeck publica: “El hombre más rico de la tierra, y el propietario de la plataforma de comunicación global número uno, está tratando de socavar la lucha de Ucrania por sobrevivir (que depende del apoyo militar occidental), haciendo campaña efectiva por Rusia y Putin”.

Es lo que parece. Mientras Elon Musk ayuda a Ucrania en sus comunicaciones, está facilitando a Putin la difusión de sus campañas de propaganda e injerencia a través de las redes sociales. Una de sus primeras medidas como consejero delegado de Twitter fue sacar a la plataforma del acuerdo de buenas prácticas de la UE para luchar contra la desinformación. Dijo que lo hacía en aras de la libertad de expresión. Una libertad de expresión que es más impunidad total, pues, en su cabeza, participar con noticias falsas y bots en la desestabilización de un país alentando conflictos no debe tener ninguna consecuencia legal.

Elon Musk está en el baile de contentar a todos para seguir vivo. Y seguir ganando dinero.

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Sobre la firma

José Nicolás
Es editor en la sección de Opinión, donde es uno de los encargados de sus contenidos digitales. Escribe la columna 'Red de redes'. Es graduado en Periodismo por la Complutense y máster en Periodismo de Datos y Nuevas Narrativas en la Universitat Oberta de Catalunya. Antes de su llegada a EL PAÍS trabajó en Onda Regional de Murcia y Cadena SER.

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