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ANATOMÍA DE TWITTER
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Lo de la Aemet y la borrasca ‘Sancho’

El descuartizamiento de Tailandia ha llenado de horas la televisión, de tinta los diarios y de tuits las redes durante todo agosto. Y lo poco que va de septiembre, también

Bandera roja en la playa de la Malvarrossa de Valencia después del temporal de este domingo.
Bandera roja en la playa de la Malvarrossa de Valencia después del temporal de este domingo.Juan Carlos Cárdenas (EFE)
Manuel Viejo

Hay demasiadas casualidades últimamente. El otro día ―el 1 de septiembre, vamos—, la Agencia Española de Meteorología —quien lleve sus redes sociales merece un monumento tras lo de este domingo— publicó en Twitter la lista con los nombres de las tormentas que se avecinan para los próximos meses. Ni un pero. Será por listas y por inicios de temporada, que esta semana hay tantos que lo mejor sería ya empezar en octubre.

Resulta que España forma un grupito del tiempo muy majo —en Eurovisión solo seríamos amigos de los portugueses— con Portugal, Francia, Bélgica y Luxemburgo. Formamos parte y pensamos los nombres de las borrascas de “gran impacto” que afectarán al suroeste de Europa hasta 2024. Para los tiquismiquis: los nombres se ponen cuando está previsto un temporal con vientos “muy intensos” en amplias zonas. Lo que pasó en Madrid durante la tarde del domingo, pues al revés.

La primera borrasca del año se llamará Aline, que ya sabemos que muy española no es. La segunda será Bernard, que está muy claro también que no es. Le seguirá Celine; sí, se ve que el representante español tardó bastante en hablar en el cónclave. La cuarta tormenta ha sido bautizada Domingos —con ese al final; típico nombre portugués—. Y ya para el final de 2024 —se entiende que el delegado español tuvo que levantar la mano en la mesa de los meteorólogos, hasta las narices de estar callado— se ha optado por… Sancho. Con la Aemet hemos topado.

Borrasca Sancho. Así de inédita será. El español Daniel Sancho —hay transiciones y luego este párrafo— ha estado este verano en el candelero, y con muchas alertas al móvil también. Hijo del actor Rodolfo Sancho, está acusado de matar y descuartizar a un cirujano colombiano en Tailandia. Ha confesado el crimen. Y ha llenado de horas la televisión, de tinta los diarios y de tuits esta red social durante todo agosto. Y lo poco que va de septiembre, también. No hay día sin noticias de Sancho en prisión. Hubo hasta un rótulo en pantalla en Telecinco para enmarcar: “Sancho hace yoga, lee una novela romántica y pide una cena especial”. Qué habrá hecho después.

Ha habido tanta empatía con Sancho estas semanas que dan ganas de ponerle nombre de anticiclón. Ante tantas noticias desde Tailandia, con casi más enviados especiales que a Ucrania, resulta que en Mediaset ―últimamente hay muchas casualidades― optaron por emitir un Viajeros Cuatro de... Tailandia. ¿Qué iban a emitir?, ¿el tiempo?

Está resultando un verano con un temporal muy sanchista, las cosas como son. Algunas piezas informativas merecen ser recordadas por el revuelo que han ocasionado. El Comercio de Gijón sorprendió con una noticia del máximo interés para Asturias: “Los dos descuartizadores españoles con los que compartirá cárcel Daniel Sancho en Tailandia”. Sí, hay veces en que lo mejor es pinchar el enlace. Miles de comentarios. Humor negro patrio: “¿Es que hay viajes organizados en Tailandia?”. “No sabía que dividían a los asesinos en celdas por grupos según su crimen”. España, vamos.

En El programa del verano, que en realidad es El programa de Ana Rosa —que presenta la periodista que dirigió la revista Ana Rosa y que ahora pasará a las tardes de Telecinco con TardeAR—, optaron por mostrar la habitación en que se cometió el crimen en forma de tour. Una tertuliana, incluso, dijo: “Un cuerpo no lo destrozas en 14 horas. Es muy complicado. No es tan fácil, es lo único que digo”. Sí, casi mejor.

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Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.

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