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Columna
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La mejor Alemania, la mejor Europa

El Gobierno de Berlín formula por primera vez en la historia una estrategia alemana de seguridad y de defensa

El canciller alemán, Olaf Scholz, durante un encuentro bilateral en Berlin.
El canciller alemán, Olaf Scholz, durante un encuentro bilateral en Berlin.HANNIBAL HANSCHKE (EFE)
Lluís Bassets

Las ideas cuentan. Las buenas y las malas. Nunca hasta esta semana un Gobierno alemán las había formulado sobre seguridad y defensa en un documento oficial. Un largo paréntesis, abierto con la derrota de Hitler, se cierra casi 80 años después. Durante este tiempo Alemania subrogó estos asuntos espinosos y con frecuencia impopulares, primero a las fuerzas que habían vencido al nazismo y que ocupaban su territorio, y después a la OTAN e incluso a la UE, en definitiva, a EE UU. Y se dedicó, con no poco éxito, a los negocios.

La guerra de Ucrania ha mandado a pensar a todos. Y especialmente a los alemanes. Como en todas partes, no faltan las malas ideas. Las tiene Alternative für Deutschland (AdF), el partido extremista, antieuropeo, xenófobo y con simpatías hacia Putin y todo lo que suene a autoritarismo reaccionario. Las buenas son las del Gobierno federal, tripartito socialdemócrata, verde y liberal, que acaba de publicar el documento de Estrategia de Seguridad Nacional, el primero en la historia alemana, en el que se establecen las prioridades y peligros a los que se enfrenta el país. También las tiene y las comparte la derecha democristiana, cuyo dirigente y candidato a la cancillería, Friedrich Merz, mantiene ya casi en solitario la prohibición de aliarse con los legatarios del nazismo.

Las ideas que ahora se expresan responden a dos estímulos, uno de Angela Merkel y otro de Olaf Scholz. Cuando Trump llegó a la Casa Blanca, la entonces canciller apeló a los europeos “a tomar su destino en sus manos”, y cuando Putin invadió Ucrania, el actual canciller dio por cerrada la época de una Alemania inhibida respecto a su seguridad y anunció un incremento histórico del gasto de defensa. Nadie ha olvidado la última ocasión en que Alemania contó con las malas ideas de una estrategia que era imperial, y no era de seguridad y de defensa, sino precisamente todo lo contrario, de inseguridad para los alemanes y de agresión a los vecinos, y semejante en muchos aspectos a la estrategia nacional rusa de Putin.

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La actual estrategia, en cambio, siendo alemana, es inseparable de la seguridad europea y de la pertenencia a la OTAN y a la UE. Alemania se siente con una responsabilidad especial respecto a Europa derivada de su culpa por la guerra y por el Holocausto. La reconciliación y la amistad con los vecinos europeos, y especialmente con Francia, son fundamentales en esta estrategia, que considera indispensable la integración europea y subraya el compromiso con la existencia de Israel, una idea que formuló como Staatsraison o de interés vital por primera vez el ministro de Exteriores verde, Joschka Fischer, hace 20 años.

Junto a las ideas, cuentan los valores europeos, también mencionados en este insólito documento de provechosa lectura. Esta es la mejor Alemania de la historia y, solo si avanzan sus ideas y valores europeos, seguiremos manteniendo la mejor Europa de la historia.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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