_
_
_
_
columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Edu... ¿qué?

Nadie se atreve a recordar a tan creativos legisladores que la educación consiste en que lo que sentimos se guíe por lo que sabemos y no lo que sabemos por lo que sentimos

Un menor realiza sus tareas de clase en su habitación.
Un menor realiza sus tareas de clase en su habitación.Iñaki Berasaluce (Europa Press)
Fernando Savater

Entre los muchos garabatos pintorescos que se anuncian en la reforma educativa del Gobierno, mi preferido es el de las matemáticas “con sentido socioafectivo para gestionar sentimientos”. Todo un récord, sentimentalizar incluso la disciplina racional más abstracta. ¡Que nunca haya cerebro sin su corazoncito! Si se trata de desarrollar la inteligencia, que sea emocional: ¿y por qué no una inteligencia muscular o respiratoria, ya puestos? Es que la razón es demasiado impersonal (”no tu verdad: la verdad / y ven conmigo a buscarla / La tuya, guárdatela”) para el gusto actual, que prima el reino de lo subjetivo y ve la necesidad objetiva como una esclavitud humillante, supongo que heteropatriarcal. Nadie se atreve a recordar a tan creativos legisladores que la educación consiste en que lo que sentimos se guíe por lo que sabemos y no lo que sabemos por lo que sentimos. Nada, eso nunca, ni en las ecuaciones de segundo grado...

En Euskadi, como siempre, el proyecto de reforma educativa sigue sus propias manías. “Sin escuela no hay euskera y sin euskera no hay país”. El planteamiento de primera hora de tres modelos lingüísticos (en castellano, en euskera y mixto), era el más respetuoso con la libertad de los alumnos y, por tanto, duró poco. Pronto el país dirigió lo que había que elegir. Pero no el país que existe, ese si desapareciese mejor, sino el que debe existir según nuestros visionarios timoneles. Sería de mal gusto recordar que la educación no debe inventar países, sino formar ciudadanos libres de ignorancia e iguales ante la ley: eso sería un intolerable sectarismo constitucional que no respeta la voluntad popular dictada por los dueños del caserío. ¡Estudiantes, a formar!

La buena noticia: Encuentro ha editado Controversias educativas y demás libros de Inger Enkvist, una educadora sensata.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_