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Columna
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Todos con Hana

Ahora Jalloul se enfrenta a radicales de otro signo. E hizo muy bien en no callar, porque la degradación del espacio público, el fomento del odio, el desprecio a la diferencia empieza siempre por la palabra

Cristina Manzano
La secretaria de Estado de Inmigración, Hana Jalloul, durante una visita a la Plaza de Toros de Melilla.
La secretaria de Estado de Inmigración, Hana Jalloul, durante una visita a la Plaza de Toros de Melilla.DELEGACIÓN DEL GOBIERNO EN MELILLA (Europa Press)

Hace unos días, Hana Jalloul decidió, después de haber callado ante muchos otros, contestar a los insultos xenófobos e islamófobos recibidos en Twitter. La secretaria de Estado de Migraciones recordó sus orígenes —nacida en Zaragoza, de padre libanés y madre española, y criada entre Aragón y Madrid— para defender esa España abierta, solidaria e inclusiva por la que trabaja. Pronto recibió un aluvión de solidaridad tuitera.

Lo que los energúmenos de las redes seguro que no saben es que Jalloul es una de las personas que mejor conoce cómo funcionan los procesos de radicalización islamista. En su trabajo académico ha buceado en los textos sagrados del islam para tratar de combatirla, y lo ha podido hacer gracias a la riqueza que otorga el mestizaje de idiomas y de culturas. Ahora se enfrenta a radicales de otro signo. E hizo muy bien en no callar, porque la degradación del espacio público, el fomento del odio, el desprecio a la diferencia empieza siempre por la palabra, pero no se frena ahí.

Está creciendo, paulatina y peligrosamente, el número y el calibre de los insultos y los ataques xenófobos. Una parte coincide con el aumento de la presión migratoria en Canarias. En Gran Canaria, algunos grupos convocados por las redes se han organizado para agredir a inmigrantes proyectando una imagen de intolerancia y racismo que no se corresponde con la realidad ni con la personalidad de las islas. Un lugar donde la convivencia de europeos, africanos y asiáticos se practica desde hace décadas, cuando en la Península la diversidad no existía ni como concepto abstracto. El alcalde de Las Palmas defendía con contundencia la necesidad de luchar contra la lacra del racismo y la xenofobia. También la Fiscalía provincial ha encargado una investigación por posibles delitos de odio. Es fundamental parar de raíz cualquier atisbo de intolerancia que pueda llevar a deshumanizar al otro. Como también lo es seguir trabajando para entender y gestionar mejor las migraciones.

La movilidad siempre ha sido consustancial a la naturaleza humana y lo seguirá siendo. Ahora, la pandemia ha agravado las condiciones económicas de muchos países africanos, lo que, junto con el cierre de otras rutas, está llevando a miles de personas a Canarias: un 46% más que el año anterior.

Hace un par de años, un grupo de investigadores de las universidades de Santiago de Compostela y Oxford presentaron el primer mapa genético de España. Su estudio confirmaba la enorme diversidad de la población española, fruto del cruce de pueblos que han pasado por aquí y revelaba que en torno a un 10% tiene una clara “huella africana”, procedente sobre todo del norte del continente. Más nos valdría no olvidar de dónde venimos.

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