La naturaleza se rebela
Cada vez son más frecuentes las catástrofes como consecuencia de tifones, ciclones, borrascas y demás fenómenos meteorológicos. También se suceden con asiduidad terremotos, maremotos y demás movimientos sísmicos. Las estaciones del año ya no se definen como antaño debido al calentamiento global, los polos se derriten a marchas forzadas y el cambio climático se nos muestra, año tras año, con toda su crudeza. Muchas de las causas de la rebelión de la naturaleza hay que buscarlas en la especie humana, que no preserva adecuadamente el medio ambiente. Es verdad que hay mucha gente comprometida en preservarla, pero existe otra tanta que no tiene la más mínima voluntad de hacerlo. Las generaciones futuras pagarán las consecuencias de la degradación del planeta si no se logra crear una concienciación colectiva.
Javier Cordero Ruiz. Madrid
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.